Riesgos



¿El que sirve a dos amos…?

 Con la alternancia que se da en los gobiernos de Tepatitlán y tras el rompimiento del bipartidismo, se abren las puertas de las más amplias expectativas.

 Con tal de darle en la madre a los partidos tradicionales y a las familias que hicieron suyos al PAN y al PRI, llegó la planilla del Movimiento Ciudadano al poder.

 En esencia la alternancia ha sido buena para Tepatitlán, le trajo beneficios allá en la década de los ochentas, luego se anquilosó el sistema y se echó a perder, al margen de las siglas del partido en el poder.

  Hugo Bravo tiene en sus manos la constancia que le acredita como alcalde electo, pero también tiene sobre sus hombros grandes compromisos y fuertes promesas de hacer un cambio.

 No le será fácil, porque si bien la gente votó por un candidato diferente, por un partido diferente, en el fondo esa estructura y ese equipo está respaldado por quienes ya fueron expulsados o formaron parte del poder o del PAN y PRI.

 Ahí radica el riesgo para cumplir las promesas que Hugo Bravo hizo a Tepatitlán.

 ¿Cómo creerle que hará las cosas diferentes si detrás de él hay gente de partido como Sanjuana Jiménez, Veva Venegas, Enrique Vargas, Quico Cortés, Alfredo Padilla y Nena de Anda?, gente que ya estuvo en otros partidos y fueron parte del poder.

 ¿De verdad las familias del poder se acabaron, o quitamos a unos para poner a otros?

 Un ofrecimiento de Hugo fue hacer un gobierno ciudadano, por ello, la primer tentación que deberá romper es ponerle color naranja a su gobierno y a los inmuebles. Los ciudadanos no tenemos color, entonces que no corra el riesgo de querer pintar al municipio de naranja, pues ahí estaría rompiendo su primer compromiso.

 Otro compromiso es hacer un gobierno ciudadano. Si a Hugo le imponen nombres y apellidos de gente prominente quienes ya formaron parte de partidos o gobiernos anteriores, estará rompiendo otra de sus promesas. El riesgo es meter gente nueva sin experiencia o arriesgarse con gente de trayectoria, muy conocida, pero sin diferencia entre el pasado y el presente.


  La disyuntiva será, para Hugo Bravo, ser presidente de los tepatitlenses o ser presidente para su partido, para quienes manejan a su partido. Ese es su principal riesgo.

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