Regional.-La sobrepoblación en las cárceles municipales de Jalisco es un problema que se agrava, aunado a que no se tienen los recursos indispensables para dar un trato acorde a los derechos humanos a los reclusos en las 21 cárceles municipales.
La cárcel de Arandas que tiene una capacidad para 20 personas, tiene 40, la de Cihuatlán es para 48, pero tienen 96; en Cocula de 22 tienen a 41, en Colotlán de 20 tiene 48, en Mascota de 6 tiene 28, en Zacoalco de Torres de 16 tiene 58 y en Zapotlanejo de 12 tienen 36.
Los datos se desprenden de una investigación que realizó la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de Jalisco, que encabeza el diputado José Luis Munguía.
“En Arandas se otorga el beneficio de la visita conyugal, pero en una celda que no es apropiada a tal finalidad, se cubre con cobijas y están con los demás internos; hay cárceles que reconocen que dan alimentos dos veces al día, algunos dan agua para que se bañen cada tres días”, describió el líder de la fracción parlamentaria del PAN.
Las cárceles municipales no cuentan con espacios o actividades culturales, sino que tienen a los reclusos “amontonados”. Además, en el 75 por ciento de éstas, tienen mezclados a prisioneros de alta peligrosidad con personas que cometieron delitos de orden administrativo, agregó.
Un punto más, es que no cuentan con el personal suficiente y preparado para atender los presos. Aquí destacada la prisión de Mazamitla, ubicada justo a un lado de la Presidencia Municipal y del Registro Civil, con pocos custodios y con presos originarios de Michoacán, de los cuales se desconoce el nivel de peligrosidad.
“Es un llamado a al autoridad, como se hizo en el 2014 con otra investigación, que pueda tener estos convenios de cooperación con municipios, que tenga la obligación de ser copartícipe con los alcaldes. Es un llamado con datos precisos, recabados hace no más de un mes”, dijo.
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