Reconstrucción



Ya sin la presión de estar en el poder, de buscar ganar las elecciones -que perdieron- o de estar acomodando y desechando gente en el ayuntamiento (¿pues cómo?, si perdieron), algunos panistas se aprestan a juntar los escombros y reconstruir lo que queda del partido, que como institución el PAN tiene mucho que dar a la vida pública.

Lo malo sería es que nuevamente se encontrarían las caras los rivales Rigoberto “Chachín” González y Jorge Eduardo González Arana, ambos ya fuera del ayuntamiento y de cualquier cargo público.

Chachín se le ha visto volver a participar activamente en las actividades partidistas y prácticamente no se ha perdido ninguna reunión interna en las oficinas de Bartolo Hernández. Rigoberto ya luce tranquilo, con la sonrisa que siempre le caracteriza; atrás quedaron las presiones, pleitos y tragos amargos, los que le acompañaban en su planilla, que ni eran del PAN pero sí causaron conflictos al interior del panismo, varios de ellos ya se encuentran trabajando con Hugo Bravo.

González Gutiérrez parece ya no tener que preocuparse por las cuestiones políticas ni de la suerte de los que eran sus allegados o aliados y ahora -dice- estar más enfocado a su familia, el cuidado de su hija, sus proyectos personales y la actividad dentro del partido.

Chachín está casado con la ideología blanquiazul, al parecer de por vida y eso le ha hecho no dejar el partido y luchar para que éste vuelva a tomar el protagonismo que tenía hasta hace poco. Bien por él y el PAN.

Sin embargo Jorge Eduardo González Arana, ahora que dejó la presidencia dijo que también volverá al partido, para reconstruirlo ahora que viene el cambio en la dirigencia y ver que quien quede al frente “ponga la cancha pareja para todos”, en clara alusión a que el actual presidente del partido simplemente jugó chueco para Norberto Venegas.

Lo curioso es que el “profe” Dolores, presidente del PAN en Tepa, aunque estaba más bien identificado con Chachín, tampoco quedó en buenos términos con éste, pues se quejó prácticamente de lo mismo respecto a la contienda interna con Norberto.

La cosa es que Jorge Eduardo planea hacerse presente dentro del partido y buscar una diputación dentro de tres años. Rigoberto, sin todavía mencionarlo, seguramente planea también mover sus piezas dentro del PAN para tener un ambiente más acorde en busca de una candidatura o algún otro cargo.

Ahí es donde podrían chocar de nuevo Chachín y Jorge Eduardo y ocasionar que el PAN nomás no se termine de componer y cargar con otra derrota electoral.

Pero ahora hay un factor extra que podría cambiar el curso de las cosas, que es que el PAN no tiene nada ahora, es la tercera fuerza electoral en Tepa, por lo que no hay cargos públicos de por medio y podría ocurrir lo que pasó hace tres años, que al medir fuerzas Rigoberto vio que no podría superar a los “pumas” y González Arana y prefirió aliarse y luego recibir una dirección.

Quién sabe cómo estén ahora dichas fuerzas, quizás estén parejas o tengan más peso los chachinistas y sus aliados, pero sin duda a todos ellos convendrá ponerse de acuerdo y hacer un partido unido, total, cuando hay armonía, la cobija alcanza para todos: alcaldía, direcciones, diputaciones y demás…

Seguramente con la cabeza fría los personajes ya señalados les sea más fácil llegar a acuerdos. Peor no puede estar la cosa, por ahora están casi borrados de la vida pública municipal y los panistas que se fueron con Hugo Bravo pues no parece que tengan cabida en una futura presidencia blanquiazul.

Inhumano

Algunos momios sí fueron acertados, como el nombramiento de Lucía López Villalobos como Secretaria del Ayuntamiento. Esperemos que Hugo Bravo no se equivoque con esta elección ni con ninguna de las otras que causaron desconcierto y ceños fruncidos en más de alguno.

Recordamos a Lucía Lorena como Síndica durante el trienio de Miguel Franco, donde una vez, cuando el ahora fallecido director de la policía, Gerardo Martínez, estaba gravemente enfermo y se solicitó al pleno del cabildo una erogación de recursos para pagar los gastos de su hospitalización, pues Gerardo estaba internado en una clínica privada en Tepatitlán.

Todos los regidores, incluidos los de oposición, votaron a favor de cubrir esos gastos, menos Lucía, quien se mostró en contra de tal decisión y argumentó que cuando su papá se había enfermado el ayuntamiento en turno lo había mandado a un hospital público.

Hugo Bravo que es médico y que tiene una gran calidad humana, ¿qué opinará de este gesto tan inhumano que tuvo aquella vez la ahora secretaria general para con un trabajador municipal que se encontraba grave y a la postre murió? Todo por un resentimiento que ni venía al caso.

¿Volverán ese tipo de desplantes?

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