Mal y de malas comienzan estas dos etapas para dos organismos cupulares de Tepatitlán.
El sábado pasado, en ceremonia privada, tomó protesta la nueva mesa directiva de la Cámara de Comercio de Tepatitlán, donde, según la convocatoria, estaría presente uno de los líderes regionales de dicho organismo y la rectora del CUAltos.
Además del protocolo de arranque del nuevo Consejo, firmarían la estrategia de vinculación entre el gobierno, la universidad y el sector productivo, que han llamado “Triple Hélice”.
Hace unos tres años, con María Esther Avelar como rectora del CUAltos, se firmó en Arandas dicho convenio macro. De ahí bajarían –dijeron entonces- los convenios particulares con cada organismo y con cada universidad.
No pasó nada hace tres años. Tampoco ocurrió este fin de semana.
Aunque sí estuvo el presidente de la Federación Occidente de la Canaco, estuvo el nuevo líder de comerciantes y también el alcalde tepatitlense. La gran ausente fue la rectora Leticia Leal.
Sólo ellos saben qué pasó.
Sólo ellos podrían explicar quién falló: la Canaco, el CUAltos, la cortesía, el protocolo, la gentileza.
Si falló la organización del evento, la Canaco estaría dejando muy mal parado al CUAltos y a su rectora, que se ha caracterizado por mostrarse distante ante la sociedad tepatitlense. Sólo aparece cuando ella encabeza, cuando ella dice y cuando a ella le conviene. ¿Fue la misma condición ese fin de semana?, sólo los organizadores y la Administración CUAltos lo saben.
Pero, al margen de lo que haya ocurrido con el evento en sí, que resulta preocupante. Lo más triste es que, las “políticas públicas” de inclusión, de vinculación, han quedado en saliva, en ceremonias.
Seguimos padeciendo –quién sabe por qué razones- el desdén o el olvido de quienes se supone, están para el servicio de la comunidad.
Y pasa con el Rector de la UdeG que hace tres años dijo que estaría con organismos patronales y no volvió. Pasa con el Gobernador de Jalisco quien firmó un compromiso de aportar dinero para el Acuaférico de Tepa y tampoco le han dado ganas de regresar. Pasa con los Secretarios de Estado quienes acuden al pueblo si es un tema que les impacta en lo personal.
Seguimos pues, sufriendo en Tepa por que pocos creen, pocos apuestan y pocos apoyan al municipio.
¿Estarán esperando las marchas, los bloqueos, las mentadas de madre, para voltear sus bellos ojos a este orgulloso pueblo que “nada les pide”?
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