El mundo de las razones, pero…


Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.

Para los que radicamos en Arandas, lo inusual y hasta desagradable a la vista, ya ni siquiera lo notamos a fuerza de verlo con tanta frecuencia que ya ni decimos nada.

Pero cuando nos visitan personas de fuera de nuestro Municipio, de inmediato notan el aspecto horrible de nuestra plaza principal y sus calles aledañas llenas, invadidas por puestos de todo tipo y que ofrecen diversas mercancías a la clientela que se arremolina.

El jardín chico que está ubicado frente a la parroquia de Santa María de Guadalupe en pleno centro, al menor pretexto también es facilitada para la instalación de puestos ambulantes, así que todo aquello se convierte en un caos para la circulación de vehículos y transeúntes.

Desde hace mucho tiempo, ya se ha advertido del grave riesgo que se corre debido al amontonamiento de puestos que, en caso de un corto circuito o accidente, pueden ser presa del fuego con la inconveniencia de que están tan apretujados, que el acceso a una ambulancia o unidad de bomberos, es prácticamente imposible.

Se entiende que los que ocupan esos espacios, son comerciantes que buscan un modo legítimo de sacar para el sustento de sus familias y sus necesidades más urgentes, sin embargo el hacerlo con el desorden que se manifiesta, es lo que afea la panorámica.

Es una esperanza de muchas personas el que el Mercado Hidalgo y el pequeño que está en frente, se terminen por fin de construir, para que sus espacios o locales puedan ser destinados a dar acomodo a tantos vendedores ambulantes que alrededor de la Parroquia se instalan y ponen en riesgo su seguridad y la de los viandantes.

En días pasados, el ahora Diputado Omar Hernández, hizo el anuncio de que para fines de este mes quedaría terminado el mercado grande para ser ocupado por los comerciantes, mientras que del mercado chico no se sabe nada aún. Los trabajos están suspendidos desde inicios del presente año y la gente espera con ansia la continuación de los mismos para poder ubicarse.

La ausencia del presupuesto necesario para terminarlos, fue lo que se adujo como motivo para que ambos mercados permanezcan inconclusos, pero con ese anuncio que se hizo,  se renuevan las esperanzas de todos para que se termine con ese caos del comercio ambulante en el primer cuadro de la ciudad.

Pero mucho se teme que aún terminado el edificio, va a ser insuficiente para dar cabida al número de vendedores ambulantes instalados en la plaza, por lo que probablemente sea necesario el buscar otra alternativa para los que no encuentren espacio.

Ya se pone, desde hace años, un tianguis una vez por la semana en las instalaciones del núcleo de la feria de Enero, por lo que puede ser ésta una opción para los que queden fuera del mercado, para que de una buena vez quede limpio y ordenado nuestro centro histórico, pues está demostrado que los compradores si acuden al núcleo ferial a buscar sus mercancías, así que ya no hay pretexto.


Nos leeremos en la próxima entrega.

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