Nuestro Padre nos conoce muy bien


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

Hubo un concurso, cuyo propósito era encontrar al niño más cariñoso. El ganador fue un niño de 4 años, vecino de un anciano cuya esposa había fallecido recientemente. El niño al ver al anciano llorar en el patio de su casa, se acercó, se sentó en su regazo y comenzó a llorar. Cuando su mamá le preguntó qué le había dicho el vecino, el niñó le contestó: ¨Nada solo le apoyé a llorar¨.

Muchas veces pensamos que las muchas palabras son necesarias para manifestar algún sentimiento de dolor o de alegría. 

Hay personas que hablan y hablan y el peligro es que sus palabras sean huecas, sin un profundo convencimiento de lo que están diciendo, a veces por falta de reflexión ó todavía peor algunos por hipocresías sin sentir lo que dicen.

En cambio otros que con mucha sinceridad, pronunciando pocas palabras o simplemente guardando silencio expresan mucho más, como el niño que ganó el concurso de más cariñoso acercándose al anciano y poniéndose a su lado comenzó su mejor manifestación de compañía, llorando con él.

El mismo Jesucristo en una ocasión también nos decía que para orar no necesitamos muchas palabras. Pues Dios nuestro Padre conoce los sentimientos del corazón.

Publicar un comentario

0 Comentarios