Esta semana la Rectora del Centro Universitario de Los Altos (CUAltos), Mara Robles Villaseñor, lanzó la convocatoria para que todos los egresados de este plantel vuelvan a casa.
En 22 años de operación del Campus de la Universidad de Guadalajara, se ha generado más de 7 mil profesionistas; la invitación es para que vuelvan. Quiere Mara conocerles, escucharles, ofrecerles titulación, acreditación, seguimiento o, por lo menos, saber qué han hecho luego de alejarse de las aulas.
¿Cuántos egresados volverán?, no lo sabemos.
¿Cuántos de los más de 7 mil licenciados, administradores, contadores, médicos, psicólogos, ingenieros, abogados, dentistas, veterinarios y demás profesionistas van a querer volver a su alma mater?, tampoco lo sabemos, pero es una buena oportunidad para conocer qué tanto arraigo se tiene para con el plantel que les dio la oportunidad de alcanzar un título, un grado académico, una oportunidad de desarrollo personal o profesional.
De todos esos egresados, algunos son padres de familia, otros ya son abuelos.
Unos son profesionales, otros empresarios; otros más ya no viven en la Región alteña.
Cualquiera que sea la ubicación, el trabajo, la actividad que ahora tienen, resulta interesante el reto que ha lanzado Mara Robles.
Y es que llegó echando retos. Tomó protesta ofreciendo que llegó a Tepa a trabajar, a vincularse, a resolver los temas académicos, pero también los sociales que le corresponde atender como máxima casa de estudios. Y lo está haciendo.
Apenas en estos primeros meses al frente del campus, Mara ya logró diagnosticar a sus alumnos. Ya sabe qué comen, cómo andan de salud, de adicciones, de costumbres. Cuántos son y de dónde vienen, qué les gusta y qué esperan.
No sólo ha diagnosticado a sus alumnos. También está sometiendo a análisis a sus profesores, a su personal. Ella tiene ya un mapa de quién sirve y quién no; quién acude al aula y quien falla. Ha identificado a los profes patito y a los comprometidos.
No es una empresaria, pero ha llegado Mara a la Rectoría del CUAltos para hacerlo socialmente responsable, académicamente competitivo y económicamente sostenible.
Para eso lanza el llamado a los egresados, para saber qué han hecho, si sirvió o no la preparación que recibieron, si es pertinente el programa académico con relación al campo laboral.
El reto es interesante. ¿Los alteños le aceptaremos el reto?
Yo sí, yo ya estoy invitando a quienes conozco como egresados para que vayan el 10 de diciembre a CUAltos, que escuchen, que vuelvan a casa. Lo que sigue, ya lo sabremos. El reto suena interesante, es lo que muchos hemos pedido al CUAltos, que atienda su producción de profesionistas, que dejemos de arrojar universitarios a diestra y siniestra a las calles.
Los quieren de regreso. Ahora les toca a los egresados atender o no ese llamado.
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