Esta semana la doctora Mara Robles rinde su primer informe de actividades al frente del Centro Universitario de Los Altos.
Sin duda volverá a ser un escenario ideal para convertirlo en pasarela política. Como ha sido cada año, con los informes o con las tomas de protesta de quien toma su turno en esa posición.
Mara impuso un nuevo sello a la forma de administrar y dirigir el campus universitario de Tepatitlán. Hace casi un año, en su toma de protesta marcó, con tres o cuatro señales, lo que sería su ritmo de trabajo.
Y ahí la lleva. Su trabajo ha sido intenso, al interior y al exterior.
Los resultados han sido efectivos, sí, para diagnosticar cómo recibe, cómo ha crecido, cómo opera su casa, su espacio. Mara Robles tiene ya una radiografía, un mapa y las fotos de quienes trabajan y de quienes traban.
No le ha sido fácil llegar a romper con las inercias. Con algunas simplemente no ha podido. Al seno de ese bello centro de estudios se han anquilosado prácticas de desempeño que parecen inamovibles. En otras áreas hay oportunidades de desarrollo impresionantes. Una gama de opciones de crecimiento, de aplicación de conocimiento y ciencia como no se ha hecho en otros campos de la región.
El miércoles 1 de marzo rinde su informe la Doctora Mara Robles. De sus estadísticas, cifras y sinopsis ya sabremos. Ya nos platicará ella misma.
Dos cosas son claras en la actual gestión del rectorado de Mara Robles: La Doctora es un huracán activo en la pasiva élite udegeista alteña; pero, va a lograr –tarde o temprano- generar una nueva cultura de vinculación entre la Universidad y la comunidad alteña.
No la tiene fácil. No la ha tenido fácil Mara Robles. Lo que nos platique este miércoles será un resumen, seguramente, de lo que se ha planteado para los próximos dos años… o cinco.
La Rectora tiene tarea y, en temas de educación, ella es una especialista. A ver si le alcanza el calendario.
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