Un añejo problema ha venido representando el actual basurero municipal, que desde luego no puede considerarse como un vertedero y mucho menos como un espacio para el tratamiento de la basura o de los desperdicios que se generan en Arandas diariamente.
Se calcula que son aproximadamente 100 toneladas de todo tipo de basura las que recogen los camiones recolectores y que van a depositar al tiradero o basurero municipal, que es un espacio a cielo abierto en forma de una gran montaña, en donde se ha acumulado tanta basura que ya parece un pequeño cerro, el cual es cubierto de cuando en vez con tierra.
Pero sabemos que esto no es suficiente y que no es la manera más adecuada de tratar los desperdicios, pues resulta que va totalmente revuelta la basura, orgánicos, inorgánicos, plástico, pet, cartón, etc.
No obstante que, debido a la extrema pobreza en que se encuentran muchas personas que hacen la labor de pepenadores por las calles con el cartón y el plástico para sacar unos cuantos pesos para medio mal vivir, la basura que se llevan los camiones recolectores va toda revuelta.
El colmo de las cosas, es que hace como 12 días se pudo apreciar desde Arandas una gruesa columna de humo negro muy tóxico y contaminante, que debido al aire afortunadamente no llegó a Arandas, porque se fue hacia el lado noreste del basurero. No obstante la intervención rápida de los bomberos, por sus características les tomó varios días sofocar el incendio.
No se pudo saber a ciencia cierta si alguien le prendió fuego a propósito, o si fue por causas naturales, pero el caso es que el problema se dio y vuelve a poner en primera línea el problema del manejo de la basura para el ayuntamiento, ya que puede ser objeto de sanciones o llegar al extremo de que lo clausuren, y entonces sí el problema se tornará mayúsculo.
Ha habido intentos de manejar adecuadamente la basura, pero han intervenido factores de carácter político y otros que han impedido que la situación se regularice, pues se ha comprado hace años un terreno en San Judas al norte de la cabecera municipal, y cuando estaban a punto de colocar la membrana para hacer el vertedero, empezaron los obstáculos en diferentes sectores y se canceló el proyecto.
Cuando José Luis Valle Magaña fue presidente municipal, también hubo intentos que no fructificaron. Se han hecho inclusive gastos en viajes a Europa y a Estados Unidos para ver operando algunos sitios donde se deposita y trata la basura, pero siempre le han puesto obstáculos al ayuntamiento, y es lamentable porque todo parece indicar que desde hace varios años ya no existe otra alternativa más que encontrar una solución, la que sea, para poder operar, pues el municipio se está arriesgando a una clausura o sanciones, o tal vez ambas. Es hora de actuar, porque finalmente nunca se les va a dar gusto a todos.
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