Problemas con el agua


Ya lo habían anticipado los expertos. Que en el siglo XX la posible guerra sería por los energéticos, pero en el Siglo XXI sería por asuntos relacionados con el agua.

El Polo Norte, se ha informado, ha perdido un 33 por ciento de la masa de hielo, y aunque se convierte en agua obviamente, resulta que la desaparición del hielo incide en el calentamiento global produciendo efectos que pueden llegar a ser desastrosos.

El intenso calor que agobia a prácticamente todo el país, incluida naturalmente nuestra Región de Los Altos Sur, nos ha hecho padecer temperaturas arriba de los 30 grados centígrados que no hace muchos años eran difíciles de sentir.

La deforestación enorme que se ha dado en nuestro municipio para plantar el “oro verde” que no es otra cosa que el agave, ha permitido -ante la ausencia de vigilancia de la CONAFOR- que enormes extensiones antes arboladas y con mucha maleza, sean ahora huertas de agave totalmente limpias de hierba gracias a la utilización de poderosas substancias químicas que acaban casi con todo.

No es de extrañarse entonces que el calor se haga sentir en la zona con tanta intensidad. Que el propio temporal de lluvias pueda llegar a ser escaso y que cuando llueva, gracias a los escurrimientos naturales, esas substancias químicas o sus residuos vayan a parar a los pocos ríos y arroyos que nos quedan.

Esto aunado a las descargas domésticas y la ausencia de tratamiento de dichas aguas, nos da como resultado ríos y arroyos altamente contaminados, cuya agua no es útil para el consumo humano o animal, pero criminalmente utilizada a veces para irrigar sembradíos de hortalizas que luego nos comemos con las graves consecuencias para la salud por contener substancias químicas agresivas y heces fecales que contaminan las verduras.

Los mantos freáticos puede que algunos estén contaminados por estas razones, y los que no lo están, tienen el agua ya tan profunda que su extracción resulta ser cara y no es suficiente para satisfacer la necesidad de agua en la zona urbana, pues aunque se utilizan tandeos para distribuirla equitativamente, resulta que mucha gente se queja de que los pocos días de la semana que tienen agua para sus necesidades, ésta les llega con muy poca presión y en cantidades pequeñas por lo que no pueden satisfacer a cabalidad sus necesidades de lavar la ropa, la higiene personal y el aseo de la casa en general, pues para tomar, prácticamente todo mundo compra agua purificada precisamente por no tener confianza en que la de la llave esté en condiciones de ser usada para el consumo humano.

Ha propiciado tal circunstancia un excelente negocio para los envasadores de agua que, surtidos de las llaves de agua supuestamente potable, o de pozos particulares que hay en las casas, obtienen jugosas ganancias con el agua que se supone nos pertenece a todos.

Tenemos que generar conciencia del cuidado del agua, particularmente cuando el estiaje nos presenta niveles tan altos en los termómetros y nuestras necesidades aumentan por el incremento de la población y obviamente de las necesidades del vital líquido.

Hay que pagarla puntualmente entonces para poder exigir un mejor servicio, pues como el dicho dice: “Dios manda el agua pero no la entuba”.

Nos leeremos la próxima.

Publicar un comentario

0 Comentarios