Cómo y por qué mataron a los estudiantes de cine


• Los confundieron con unos sicarios, dicen en la Fiscalía

• La tía de uno de los fallecidos formaba parte de una banda rival

Para la Fiscalía General de Jalisco, los tres estudiantes de cine que desde hace un mes estaban desaparecidos y que finalmente se confirmaron sus muertes, se encontraban en el lugar y momento equivocados; su pecado fue estar en una casa que era vigilada por “halcones” de un grupo del crimen organizado, ya que esperaban encontrar a un capo de una banda rival que sus jefes les habían encargado y según las autoridades cuando vieron a los jóvenes, creyeron que uno de ellos era la persona que buscaban.

Sin embargo la presencia de los universitarios en esa casa no fue del todo fortuita, la tía de uno de ellos, quien les facilitó la finca donde supuestamente filmaron parte de un trabajo escolar, está relacionada con un cártel rival al que dio muerte a los jóvenes y se dedicaba a regentear estéticas donde se practicaba la prostitución, negocio controlado por los malandros y otro de los motivos de la pugna entre ambos grupos criminales.

“Guero, medio calvo”, creyeron que era él
  
Mural.- Los sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación, que secuestraron a los tres estudiantes, confundieron a uno de ellos con Diego Gabriel Mejía, integrante del Cártel Nueva Plaza.

Gerardo González González o Eduardo Geovani Gómez Reynoso "El Cochi", sicario detenido por el plagio y asesinato de los tres jóvenes, declaró a la Fiscalía de Jalisco que creían que Javier Salomón Aceves era el sujeto al que estaban "cazando".

La tarea de los sicarios era vigilar y levantar a un hombre bajo de estatura, güero y medio calvo. No había más referencias. Cuando interceptaron a los jóvenes en la carretera, primero fueron sobre Javier Salomón, quien no era bajo de estatura, pero tenía similar tono de piel.

"Empezamos a platicar con Javier sobre si él era Diego y qué hacía, quién era, nos dijo que era estudiante de cine y que estaba haciendo un documental y le empezamos a preguntar que si él conocía a Diego, nos dijo que Javier que Armando era su tío, que no conocía a Diego, le pregunté que de quién era la granja y me dijo que era de su tía Edna", declaró.

Juan Carlos Barragán, "El Canzón", sabía quién era la tía de Javier Salomón, la identificó como socia de Joana Elizabeth Águila Alcalá, la esposa de Diego Gabriel, el narco rival en el negocio de las estéticas que hoy son investigadas por prostitución y trata de personas.

Gerardo González menciona en su testimonio que la casa donde los estudiantes filmaron su corto la tenían bajo vigilancia desde los primeros días de marzo por órdenes de un operador del CJNG apodado "El Flaco".

El CJNG tenía la sospecha que Diego ya había salido de prisión y que visitaría ese domicilio donde fue detenido en 2015 junto con 4 de sus presuntos lugartenientes, entre ellos "El Gallo" y "El Chino".

Tras torturar a Javier Salomón, se percataron del error y también mataron a Jesús Daniel y Marco.

“Pozoleados” por un rapero

La noche del 19 de marzo el joven Javier Salomón fue torturado por José Eduardo Castellanos Barajas "El Grillo" y Juan Carlos Barragán González "El Canzón", en la casa donde vivía este último, en Calle Lechuza 89, en Tonalá.

El estudiante estaba rodeado por Jhonatan Alejandro Anaya Delgadillo "El Kalimba", Jhonatan Josué Hernández Moreno "El Choco", Gerardo González "El Cochi" y "El Canzón", además de otros sujetos identificados como "El Fierros" y "El Pimpollo".

Según relató a la Fiscalía "El Cochi", "El Grillo" y "Canzón" golpearon con tablas a Javier en la espalda y glúteos hasta matarlo.

"Andaba en la calle vigilando, halconeando de que no se arrimara ninguna patrulla, yo me fui a comer y alrededor de las 00:30 horas me marcó 'Canzón', me dijo 'se nos fue el muchacho Javier' y me dijo que lo iban a pasar para hacerlo agua", relata "El Cochi".

Las referencias que tiene la Fiscalía sobre la muerte de los tres estudiantes, hacen suponer que les colocaron una soga al cuello para girarla con un tubo hasta asfixiarlos, como lo habían hecho antes con otras víctimas.

Y esta sospecha se basa en el testimonio del joven rapero Christian Omar Palma Gutiérrez "QBA" o "Cuba", a quien llamaron a las 3 de la mañana del 20 de marzo, para que acudiera a la casa de "El Choco", en Amapola 450, Prados de Coyula, Tonalá, para disolver los cuerpos en ácido.

El cantante dijo que a un lado de los tinacos estaban 3 jóvenes sin vida y se les notaban golpes y marcas en el cuello.
De la disolución de los cadáveres, se encargaron el rapero, "El Cochi", "El Canzón", "El Choco" y un sujeto del que hasta hoy sólo se conocen sus alias: "El Tuntún" o "El Chaparro".

Los cadáveres de Jesús Daniel Díaz García y Marco Francisco García Ávalos fueron introducidos en un solo tinaco y el de Javier Salomón en otro. Al primer tambo le vaciaron cinco botes de ácido y al segundo sólo tres.

"Después 'El Choco' sacó la manguera y le puso agua al primer tinaco, 'El Chaparro' le puso la tapadera y lo encintó (con cinta de aislar), mientras que yo rápido tomé la manguera y le eché agua al segundo tinaco", relata Palma Gutiérrez "QBA".

Una vez que los tinacos ya estaban sellados, "El Choco" empezó a rociar cloro en el piso y se puso a trapear. "El Choco" se fue a dormir y los demás salieron de su casa.

Dos días más tarde, "El Tuntún" llamó por teléfono al rapero y a "El Cochi" para pedirles que no se pararan por Tonalá.

"Como a los dos días 'El Chaparro' me marcó a mi teléfono celular y me dijo que no le marcara a 'El Cochi', que no me arrimara a Tonalá, que luego me contactaban para pagarme, según eso porque la habían cagado, me dijo que cambiara de número de teléfono y que estuviera atento", dijo Palma Gutiérrez.

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