Las y los alcaldes electos en Jalisco tienen, justamente, dos meses para armar sus equipos y estrategias.
Las estrategias las fueron delineando durante las campañas y luego de recibir sus respectivas constancias.
Los equipos deben irse ya formando, formulando.
En el caso de Tepatitlán, Nena de Anda debe estar ya en su cuarto de guerra armando el rompecabezas de lo que será su administración: A quién dejar, a quien darle las gracias, a quién invitar.
De los que se van, debe pedirle al actual alcalde Hugo Bravo que aplique lo que ofreció: dejar una administración limpia, sin colaboradores con ganas de cobrar vía juicios laborales más allá del 1 de octubre próximo. Hay gente que nunca debió llegar al gobierno, se han convertido en parásitos sociales, lacras del presupuesto.
De los que se quedan, Nena debe hacer una reingeniería. Hay personal muy bueno, muy eficiente, con mucha experiencia en cargos y en resolver. Debe aprovechar esa capacidad para atender oportunamente a la gente, para darle respuesta atingente al pueblo.
De los que lleguen, deben ser ciudadanos comprometidos con la gente, con o sin partido; con capacidad de gestión suficiente para hacer que la “gorda, fea e inoperante burocracia” se mueva, labore, sea agradable a la vista de la sociedad.
Si capturamos una imagen de las 3 unidades administrativas que hoy operan en la ciudad, podríamos exigir una reestructuración.
Urge mejorar los servicios municipales. Ahí debe haber una gente cercana a Nena, de su confianza, que tenga picaporte para resolver las necesidades del pueblo: basura, alumbrado, parques, ecología, taller, mantenimiento. Lo que la gente reclama a diario.
El área de Obra Pública requiere cirugía mayor: esa dirección requiere gente altamente capacitada, en hacer pavimentaciones, sí, pero en administrar la planeación, la preparación del Tepa del futuro y no ceñirse en pretextos de que un papel (“el reglamento”) tiene más peso que la realidad.
La promoción económica y el desarrollo humano son una pieza fundamental para incentivar la sana convivencia. Ojalá desaparezcan a los institutos de la Juventud y de la Mujer, que se han convertido en nido de perezosos, que dicen hacer tareas para las que no están preparados y que, ciertamente, ya se hace a través del DIF.
Aunque es una OPD, la mano del alcalde en turno es la que pesa: en Astepa se han hecho bien las cosas. Aunque no se ha sabido “anunciar” adecuadamente, el trabajo que hizo este trienio el equipo del Agua es bueno. Puede mejorar, sobre todo en controles internos, en eficiencia administrativa interna, pero se han hecho trabajos por demás interesantes y con visión de futuro en esa área.
En fin, los nombres ya los conoceremos en breve, tal vez después del 15 de agosto comencemos a conocer algunos nombramientos para la siguiente administración. Lo cierto es que, aunque sea el mismo partido del que emanen los gobernantes, de algo estamos ciertos: no serán los mismos equipos los que gobiernen.
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