• Tiene 21 años y ya dictó una conferencia en Alemania
• Agencia Aeroespacial china publicó su investigación
Por Juan Ramón Martín Franco
Andrea de la Torre Aceves nació el 5 de marzo de 1997 en Tepatitlán. Sus padres son José de Jesús de la Torre Franco y Leticia Aceves Tapia.
Estudió la primaria y la secundaria en el Colegio Morelos, y el bachillerato en la Preparatoria Regional de Tepatitlán.
A los 8 años de edad sus padres la llevaron a Disneylandia, donde vio una película acerca del espacio en 4D y le llamó mucho la atención cómo volaban sin ningún aparato. Quedó cautivada y decidió que Ella tenía que volar en el espacio.
Sabía que para lograrlo había dos formas, la primera siendo astronauta, y la segunda teniendo dinero para pagar un viaje al espacio.
Con esa idea muy definida, a pesar de su corta edad decidió trabajar para empezar a ahorrar.
Luego, a la hora de decidir qué carrera debería estudiar, dijo que Ella quería algo relacionado con el espacio.
Pero se encontró con que había muchas otras opciones, además de que en su familia por cuestiones económicas le dijeron que estudiara en la Universidad de Guadalajara, así que decidió entrar a Ingeniería Química, porque le pareció que era la que más podría aportar para su proyecto.
Después de estar 2 años en esta carrera, no la convenció y entró a la Universidad Marista en la carrera de Ingeniería Aeroespacial.
Para poder pagar sus estudios entró a trabajar y sus papás también le ayudaron.
Algo en lo que no está de acuerdo, es en que en la mayoría de las carreras te preparan para trabajar para otros, con frases como “cuando seas gerente” y cosas por el estilo, ella prefiere que los preparen como emprendedores de sus propios negocios.
Hace dos años hubo un evento en Guadalajara de la Federación Internacional de Astronáutica, y ahí se relacionó y se dio cuenta de que si quería participar tenía que entrar a un Consejo que organiza la ONU, donde forman grupos de investigación que empiezan en febrero y terminan en septiembre.
“Si tu trabajo los convence -dice-, pasas a un Consejo Privado, para esto escogen de 10 a 20 delegados por país, después de presentar tus estudios escogen a los mejores para exponerlos en la Convención Mundial”.
El año pasado ésta fue en Australia y Andrea se propuso participar. Sabía que necesitaba dinero y para motivarse elaboró un cheque en una cartulina con la cantidad que necesitaba y lo pegó en su cuarto, tanta era su motivación que 50 días antes del evento ya tenía el dinero necesario, producto de su trabajo y ahorro, pero no logró convencer a sus papás y no fue.
Este año el Congreso Mundial fue en Bremen, Alemania, se llamó Space Generation Congress y para tratar de asistir Andrea se puso a trabajar en la investigación de tres temas:
1.- Higiene astronáutica.
2.- Evaluación de riesgos para una misión a Marte.
3.- Comida espacial.
Fue la tercera de las investigaciones la que fue aceptada para que fuera ponente. Dictó una conferencia en inglés, idioma que aprendió como autodidacta porque no tenía tiempo para ir a un instituto.
Su trabajo fue publicado por una Corporación de Ciencia Espacial china (en la que publican solamente los mejores estudios).
Actualmente está trabajando en una investigación sobre las enfermedades de los ojos de los astronautas que viajan al espacio.
Están preparando una misión a Marte para el año 2030 que será cuando dicho planeta pasa más cerca de la tierra. También hay varios proyectos para viajar a la luna, Audi está preparando un carro para transportarse en la luna, Boeing una cápsula para llegar a la luna, y Lucas Mart un cohete que llegue a Marte.
Andrea quiere participar en las investigaciones y poder lograr su sueño de viajar al espacio.
Actualmente tiene 21 años y cursa el segundo año de su carrera. Es una joven talentosa que sabe lo que quiere y cómo lograrlo. De personalidad muy tranquila pero con objetivos muy definidos. Es un ejemplo de que lo que se quiere se puede con tanta actividad como la que desarrolla cada día. Duerme de 5 a 6 horas y en días de exámenes una o dos solamente.
El único apoyo que tiene es el de su familia que no es rica, más bien de clase media como la mayoría de nosotros.
Acaba de recibir una invitación del New York Times para impartir una conferencia en Londres sobre su estudio “Qué comen los astronautas”.
Le auguro mucho éxito en su vida, tanto profesional como humana.
Su frase favorita sería: “Lo que te propongas, que nada te detenga”.
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