Cosas de la Política



Por Jorge Gerardo Torres Venegas

Nuevamente con ustedes amigos lectores en la sección de Cosas de la Política, pero en esta ocasión quiero pedirles una disculpa porque trataré un tema que no tiene que ver con la política y es el relacionado con la familia. Y es que con motivo del 14 de febrero, día del amor y la amistad, para mi madre esta era una fecha importante, porque para ella era relevante la familia y la amistad, es por ello que el tema del día de hoy se llama: En recuerdo de mis padres.

Primeramente les comento que yo nací en una familia de Lagos de Moreno, mis padres se llamaban: Pedro Torres Moreno y Beatriz Venegas Michel, tuve 8 hermanos: Pedro Antonio quien murió en un accidente automovilístico el 1 de julio de 1996, Ana Beatriz, Jorge Ramón que falleció a los 3 años de edad de cáncer en la sangre (leucemia), luego yo, después mis hermano Sergio, José Raúl, Miriam, María Concepción y Gabriela del Carmen.

Mis padres fueron personas dedicadas en cuerpo y alma a sus hijos, mi padre fue ganadero-agricultor, mi madre todo el tiempo se dedicó a nosotros (sus hijos), además éramos bastantes como para dejarnos en manos de alguien más, así que ella siempre fue una buena ama de casa. Yo los recuerdo muy seguidos, porque además de buenos padres nos dieron educación, valores y fortaleza para salir adelante en nuestra vida, como muchos padres lo hacen con sus hijos.

Mencionando los aspectos relevantes de la vida de mi padre, estos fueron los de un hombre trabajador, buen esposo y buen padre, además era una persona que ayudó mucho a su pueblo, Lagos de Moreno, participando en obras de beneficio social, apoyos a organismos que sirven de ayuda a los demás, como los orfanatos, y cuando se formó la casa de la cultura mis padre también los apoyó bastante, tanto económicamente como pidiendo el apoyo de sus amigos para esta labor, una cuestión que también le admiré a mi padre fue la manera como trataba a sus trabajadores, siendo cordial y generoso tanto para pagarles bien como para apoyarlos en el aspecto moral, sus empleados lo ayudaron a consolidar su empresa denominada: AGRASISA (Agropecuaria San Isidro), empezando a trabajar en ello desde los 20 años de edad cuando regreso de la ciudad de México e inició primeramente con un rancho llamado San Joaquín, y años más tarde comprando otro rancho: San Isidro, al que dedicó todo su esfuerzo y lucha constante, contando siempre con el respaldo de una mujer buena y dedicada a sus hijos como lo fue mi madre, dándole todo su amor, cuidados y ánimo en los momentos más difíciles, como cuando falleció su tercer hijo, a los 3 años de edad,  al que le pusieron el nombre de Jorge Ramón y el cual murió de cáncer en la sangre (leucemia), y cuando falleció su hijo mayor a los 42 años de edad, el Dr. Pedro Antonio, quien murió a consecuencia de un accidente automovilístico, en esos momentos siempre contó mi padre con el respaldo de su esposa.
Mi padre logró consolidar AGRASISA de tal manera que  se hizo socio de la empresa ALPURA, a la que se le sigue entregando actualmente la leche, logrando de esta manera consolidar su negocio y darles mejor vida a su familia y a sus trabajadores, a los que siempre ayudó y trató muy bien.

Por su parte mi madre fue una mujer entregada totalmente a su familia, a su esposo con quien se casó en 1949 y con quien procreó varios hijos, ella era simpática, activa en la comunidad y dando apoyos a la Casa Hogar para ancianos San Vicente de Paul, contribuyó económicamente al canal de televisión religioso MARIAVISION, ya que mi madre siempre fue una mujer muy religiosa y le gustaba mucho ver este canal, siendo su programa favorito el del santo rosario y la misa dominical; desafortunadamente se le vino un problema de enfermedad en sus piernas y por lo tanto tuvo que moverse en una silla de ruedas, pero nunca perdió su interés por apoyar y ayudar en todo lo que pudo a su comunidad, a sus amistades y a su familia, su esposo y sus hijos, y a pesar de la muerte de su esposo el 17 de marzo del 2010, mi madre continuó adelante siendo padre y madre a la vez, ella fue sin duda una buena mujer, valiosa, simpática, amable, activa, respetuosa y estoy seguro que está en un buen lugar a donde fue su espíritu emprendedor. Y bueno, ella falleció en una fecha que jamás en mi vida olvidaré, el 12 de octubre del 2017.

Gracias a mis padres por todo lo que nos dieron, por su dedicación, por sus enseñanzas y por todo el amor que nos proporcionaron. La verdad le doy gracias a Dios de que nos hubieran dado estos padres tan buenos y estoy contento de que están en un lugar mejor.

En este día pasado del amor y la amistad recordé a mis padres con orgullo y satisfacción, y les agradezco por compartir conmigo este momento de lectura recordando lo más valioso que puede uno tener en la vida, el amor y el afecto de nuestra familia, nuestros padres y nuestros hijos, y como siempre me pongo a sus órdenes para todos sus comentarios y sugerencias para esta columna.

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