Martín Corona, bueno para el sable


 
Como López Obrador

• Difícilmente se le escapa un benefactor

• Y de menso a menso, pues ahí calcúlale…

Por Ramón Martín Franco

En Tepatitlán siempre ha habido personajes simpáticos que se vuelven íconos del pueblo. Recuerdo a Monchis, Yayo, Chuyito, Gloria, El Sonora y algunos otros que son conocidos del pueblo.

Algunos queridos, otros simplemente conocidos, pero todos reconocidos por sus características. El que nos ocupa ahora es Martín Corona.

Cuando le comenté que iba a salir en el 7 días me dijo: “Mmm voy a ser tan famoso como López Obrador”.

Su nombre real es Martín Becerra Macías y nació el 13 de octubre de 1963 en Tepatitlán. Tiene 3 hermanos y 5 hermanas, estudió hasta el segundo de primaria en la escuela Cuauhtémoc, de ahí se dedicó a hacer mandados y un tiempo trabajó en una quesera con Adán.

Hubo un tiempo en que tomaba mucho, se la pasaba en el centro afuera de con los Jáuregui a ver quién le disparaba un vino, vestía de traje, dice que era elegante.

Un día, producto de la borrachera hostigó a unas muchachas, una de ellas se quejó con su novio y entre dos hombres le dieron una golpiza que le quebraron varios huesos, estuvo grave.

Tiene cinco años sin tomar y ahora usa pantalón corto con una venda en la pierna.

Cuando le pregunté: ¿Por qué te dicen Martín Corona? dijo que por una película de Pedro Infante.
Le gusta la música Norteña, ver televisión y por las noches descansar.

Se levanta a las 6 de la mañana, a las 6:30 se va a misa y después se va al café. Siempre hay alguien ahí que se lo invita. Para las 8:30 ya está en el área de la Prepa y de ahí tiene su ruta, siempre es constante en su recorrido, ya sabe quién le da dinero y más o menos cuánto, es de reconocer su constancia y a cada uno le llega de diferente manera parea que le ayuden. Por la tarde va al Mercado y después a la Plaza.

Tiene mucha habilidad para responder de manera rápida e ingeniosa. En una ocasión uno de los empresarios importantes de Tepatitlán le preguntó: “Oye Martín, ¿quién estará más menso, tú o yo?”, a lo que de inmediato le contestó: “Pues ahí calcúlale, tú trabajas…”

En otra ocasión fue al Café de Juanito y le dijo a uno de los que estaban ahí: “Dame dinero”, el hombre sacó un billete de a 100 pesos y le dijo: “Otro día te doy, mira, es todo lo que traigo” y Martín le contestó: “Échamelo y así ya no me das hasta Navidad”. Al cafetero le cayó en gracia y se lo dio. Como a los 15 días se lo volvió a encontrar y le volvió a pedir dinero, “pero si ya te di” le dijo el hombre. “Ah sí, hasta Navidad ¿verdad?” y se fue, no se le olvida nada.

Como ésta tiene muchas anécdotas más. Nunca ofende o agrede. En otra de tantas se encontró una vez en la Plaza a un señor acompañado de su esposa y le pidió dinero, y éste le dijo que no traía, “No traes -le contestó Martín- porque tu mujer te quita todo”, cosa que le cayó en gracia al hombre pero a la señora no.

Definitivamente Martín es un personaje polémico, a unos les cae bien por lo ingenioso y muy particular forma de pedir, y a otros les molesta porque dicen que se la pasa pidiendo y a veces enfada.

A mí en lo personal me parece todo un personaje, de esos que todo el pueblo conoce. Nunca se enfada, es admirable su disciplina, cuando alguien le da dinero siempre le dice “Que Dios te dé más”.
Definitivamente Martín es todo un personaje.

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