Ya nomás por no dejar…


Dicen que la esperanza es lo último que muere. La mía, por México, está muriendo. Parecería que esto no tiene remedio. Según Porfirio Muñoz Ledo se llevará tres sexenios consolidar la Cuarta Transformación, es decir, Él cree que se necesitan 18 años para destruir por completo al país. Yo no lo creo, en 15 meses el gobierno de López Obrador tiene bastante avanzada la destrucción.

En esta misma edición del periódico 7 días se publica una nota que habla de la caída -desesperante y dolorosa para los millones de usuarios- de los servicios del IMSS. Ya habíamos hablado del tema en este espacio, pero las cosas ahí están cada día peor: médicos y enfermeras renuncian y no los reemplazan, donde antes era un privilegio trabajar, ahora es una pesadilla. Los pocos médicos que quedan tienen que cubrir su propia consulta externa, la Unifila y la Sabatina. Terminan agotados, estresados y hasta gravemente enfermos, algunos han terminado ya como pacientes en Psiquiatría.

Y eso hace poco menos que imposible el conseguir una cita para una consulta, no hay ni para los derechohabientes que trabajan y pagan sus cuotas, mucho menos para sus dependientes, esposa e hijos. Faltan médicos, medicamentos y equipo, antes cada consultorio tenía su impresora, hoy hay una impresora para 10 consultorios, por ejemplo. ¿Cuánto tiempo le queda al IMSS antes de que lo destruya por completo el gobierno de López Obrador?, ¿y después del Seguro Social qué sigue, el INE?

Ya nombraron -para empezar- a un comunista fanático, gringo por añadidura, como integrante del Comité que escogerá entre los aspirantes a quienes podrían ser consejeros del Instituto Nacional Electoral. ¿Y quién cree usted que propuso a John Ackerman?, pues nada menos que Rosario Piedra Ibarra, la presidenta de la CNDH que también fue impuesta mediante un fraude en la Cámara de Senadores, ambos de Morena. Además, el gringo es marido de la secretaria de la Función Pública, Irma Virgilia Sandoval, la misma que está protegiendo la corrupción de Manuel Bartlett y de Ana Gabriela Guevara.

¿Qué nos queda?, ¿qué falta por destruir? ¿La democracia? Hacia allá va encaminado el asalto al INE, por eso la inclusión del gringo Ackerman en ese comité, pero hay más. De los seis nuevos partidos políticos que van a ser autorizados (como si no hubiera ya bastantes) para competir el próximo año, cuatro son de López Obrador:

Redes Sociales Progresistas que organizó Elba Esther Gordillo y en el que participan su nieto René Fujiwara y su yerno Fernando González. Para eso la sacaron de la prisión. Encuentro Solidario, que es lo mismo que el extinto Partido Encuentro Social (PES). Fuerza Social por México ligado a Pedro Haces, dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México y suplente del senador por Morena Germán Martínez, Confederación que fue creada para desplazar a la CTM. Y Súmate a Nosotros, vinculado a Manuel Espino, quien como Germán Martínez fue dirigente del PAN, ambos traicionaron a ese partido. Finalmente, todo se reduce a pesos y centavos.

De los otros dos, uno es Grupo Social Promotor de México, que formaron quienes dirigían y militaban en el Partido Nueva Alianza (Panal), que apoyó al excandidato del PRI José Antonio Meade en las elecciones presidenciales pasadas. El Panal perdió su registro por no haber obtenido el 3% de la votación en ninguna de las tres elecciones federales del 1 de julio de 2018.
Y por último está México Libre, la agrupación que encabezan el expresidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala. "Entre todas las fuerzas opositoras de historia democrática en México, México Libre ya es la fuerza política mayor, porque tenemos más militantes que Movimiento Ciudadano, más militantes que el Partido Accción Nacional y más militantes que Morena, el partido del presidente", dijo Calderón el domingo pasado.
Así que los candidatos de López Obrador serán apoyados por 7 partidos políticos, los tres que ya hicieron historia juntos y que la siguen haciendo destruyendo al país: Morena, PT y el PVEM, y los cuatro nuevos. En la oposición de todos no se hace uno: PRI, PAN, MC y PRD sirven para lo mismo que la famosa carabina de Ambrosio, para dos cosas: para nada y para una chingada.

Siete partidos de López Obrador, contra cuatro (cada uno con sus propios candidatos), de los cuales dos prácticamente están muertos, el PRI y el PRD; y de los otros dos uno no tiene presencia en todo el país, el de Movimiento Ciudadano; y el otro, el PAN, está totalmente dividido y sin dirigencia alguna. 

¿Quién va a competir contra los partidos de la Cuarta Transformación en el 2021 cuando se va a elegir a nuevos diputados federales? ¿México Libre?, es odiado por muchos porque la propaganda de López les ha metido en la cabeza que Calderón además de borracho es narcotraficante. Yo no lo he visto borracho (a López Obrador sí, hasta la madre), eso lo inventó Federico Arreola, que van dos veces que reconoce que lo inventó y que se disculpa, pero ya le creó esa fama. Lo de narcotraficante no sé, conforme avance el juicio contra Genaro García Luna se sabrá qué tanto sabía de esto o qué tan involucrado estaba su jefe Felipe Calderón.

Además, hay algo que francamente no entiendo. En las redes sociales y en las calles la gente protesta airadamente contra López Obrador, pero en las encuestas sigue teniendo una gran popularidad (alrededor del 60%) y apoyo. Algo no está bien, alguien miente. Mienten las encuestas o miente la realidad. Mientras redactaba esta columna había manifestaciones de protesta de universitarios en los estados de Puebla y Veracruz… y espérese a la de mañana, la de las feministas, abortistas y extremistas, por algo les llaman también feminazis.

Ahí mismo en las redes, especialmente en Twitter y en Facebook, hay gente que se empieza a preguntar cómo le vamos a hacer para que no gane Morena las elecciones federales el próximo año, para quitarle al presidente López Obrador el control de la Cámara de Diputados, por quién votar, si cada quien vota por su candidato del partido con el que simpatiza, ya sea por el PAN, el PRI, MC o el PRD, los partidos de López Obrador (siete) van a ganar entre todos.

¿Qué hacer? se preguntan y la discusión se centra básicamente en si votar o no por México Libre, el partido de Felipe Calderón. Otros proponen votar exclusivamente por candidatos ciudadanos, independientes, o por el mejor en cada distrito sin importar a qué partido pertenezca, siempre y cuando no sea de los de la 4-T. Pero ¿cómo organizar la votación mayoritaria por un solo candidato, sin importar de qué partido sea o que sea independiente?

He ahí el problema. Yo no le veo solución. Si a alguien se le ocurre alguna, urge que la vaya proponiendo para tratar de redondearla entre todos, estamos a tiempo. Si no hay un liderazgo que convoque, o un genio de la política que encuentre la solución, a esto ya se lo cargó el payaso, como al IMSS al que ya lo trae entre sus brazos. Sólo falta que el gobierno de Cuarta se robe las pensiones de los jubilados. Y a ver quien aguanta 18 años enfermo y sin comer. Yo por mi parte, como dice don Chava el suegro de mi hija, trabajo ya nomás por no dejar… por no dejar de tragar.

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