Por Álvaro Torres
Bien lo dice la composición de Juan José Espinoza, que en 1941 y a viva voz de Jorge Negrete cantaba: “Vamos a Tepa, tierra soñada…” Un himno que los alteños conocemos y cantamos con orgullo. Tierra soñada, del campo de tierra “colorada”, y la vida tranquila.
Después de ochenta años, me pregunto si en verdad ¿la vida es un primor? O si ¿alegres y bonitas todo el tiempo están? ¿Es nuestra ciudad la tierra soñada de las alteñitas, los alteñitos y les alteñites de Tepatitlán?
A través del urbanismo y la arquitectura me atreveré a plantear patologías sociales, ambientales y culturales (más las que puedan surgir) del centro histórico de Tepa… principalmente.
Nuestra ciudad crece rápidamente y estamos, hoy, en un punto clave para la prevención y la buena planeación de una ciudad que pueda ser tierra soñada…
Soñada por quienes la habitamos
Soñada por quienes la vivimos
Y soñada como la queremos.
Continuará…
0 Comentarios