¡Y que siga la fiesta!

Por Gustavo Gonzalez Godina


Comenzó (la fiesta) con la cancelación del aeropuerto en Texcoco, para lo que no hacía falta ninguna consulta pues AMLO ya había decidido cancelar su construcción y tirar miles de millones de pesos a la basura, tan sólo porque no le dieron la obra a su amigo, al que luego pondría de secretario de Comunicaciones y Transportes; argumentó que en la licitación de la obra había corrupción que beneficiaría a los neoliberales conservadores, corrupción de la que hasta la fecha no hay ninguna evidencia, ningún acusado y mucho menos ninguna persona en prisión por ese motivo.


Siguió (la farsa) con una consulta para preguntar si estaba de acuerdo la gente o no en la construcción del tren maya, comedia para la cual reunió a un pequeño grupo de indígenas de Oaxaca para que votaran a mano alzada si querían el tren o no, grupo que, por supuesto, era de incondicionales, que alzaron la mano aprobando el proyecto sin importar que el resto del país, la inmensa mayoría de los mexicanos estuvieran en contra, pues es igualmente dinero tirado a la basura, sin contar la deforestación de la selva chiapaneca que será necesario llevar a cabo para el tendido de las vías. Vaya, hasta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional advirtió que se opondría con todo al Tren Maya por el perjuicio que les causaría a las tierras de los pueblos nativos, falta ver ahora cómo se van a oponer y si el gobierno de López se sale con la suya.


Pero las consultas populares no sólo sirven para aprobar obras, también las usa el Presidente para frenarlas cuando no se trata de hacer negocio Él o sus amigos. La fiesta siguió reuniendo a otro pequeño grupo de personas que se oponían a la construcción de una planta cervecera en Mexicali, Baja California, en la que ya se habían invertido cientos de millones de pesos y que daría empleo a miles de personas. Se le pidió al pequeño grupo que votaran a mano alzada si aprobaban o no la construcción de la cervecera, y como era de esperarse votaron que no. Otra inversión trunca y más dinero tirado a la basura, y otra señal para los inversionistas extranjeros de que no conviene invertir en México, porque un pequeño grupo de personas manipuladas puede hacerles perder su dinero. No hay inversión, no hay empleo, más pobreza, esa es la estrategia de López Obrador para evitar el secuestro, “secuestran –dijo- al que tiene, al pobre no lo secuestran, ¿cuál es entonces la solución?, un pueblo pobre”. Lo dijo, aunque usted no lo crea.


(Por eso mismo López odia a la clase media, por aspiracionista, porque aspira a progresar, a mejorar su nivel de vida, se le olvida que Él aspiró durante 18 años a la presidencia, y todo para qué…)


¡Y que siga la fiesta!, ahora el gobierno de Andrés Manuel López Obrador va a gastar 528 millones de pesos en otra consulta popular, ésta más en forma, para preguntar el día 1 de agosto próximo si le gante está de acuerdo o no en que sean procesados y juzgados los ex presidentes de la República de Salinas para acá. Le llevó al Presidente 14 años estudiar una carrera de Ciencias Políticas y nunca aprendió que la ley se aplica, no se pone a votación. Lo que pasa es que Él no quiere llevarlos a juicio porque tiene un compromiso por lo menos con Carlos Salinas de Gortari y con Enrique Peña Nieto, aquél le dio una gran cantidad de dinero (cientos de millones de pesos) y éste le ayudó a llegar a la presidencia, pero siente la presión de quienes votaron por Él para que los lleve a juicio, y como Pilatos pretende lavarse las manos y que sea el pueblo bueno el que decida si se les juzga y castiga o no.


Planeó primero una pregunta (bueno, no la pensó Él, tengo la impresión de que Él no piensa, la planearon sus asesores) mencionando por su nombre a los ex presidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto (debería incluirse Él que también fue “Presidente Legítimo” del 2006 al 2012, pero la Suprema Corte se la cambió por la siguiente: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”


Un galimatías que sus seguidores ni entienden, pero ni falta que hace, lo que diga Él está bien. 7 días hizo esta semana un sondeo de opinión para preguntarle a la gente si piensa ir a votar en la tan llevada y traída consulta, y curiosamente quienes dicen que NO, que son la mayoría, argumentan en contrario, mientras que los que dicen que SI, que son los menos, sólo contestan que sí, que por supuesto, que ahí estarán, que serán los primeros de la fila. Ahí es donde se nota claramente quiénes piensan y quienes no, el que tiene capacidad de razonamiento dice por qué, el que no, nomás bala como las ovejas.


Una muestra de lo anterior: Miguel respondió: “Según yo ya existen leyes que rigen nuestra sociedad, si algo haces que está fuera de la ley pues tendrás que ser juzgado, si resulta que eres culpable tendrás que pagar una deuda con la sociedad, seas ex presidente, ex diputado o seas quien seas, no veo por qué hacer una consulta... 528 millones de pesos a la basura solo para alimentar una ideología populistas, ya basta de atole con el dedo”. El abogado defensor de oficio de la Federación, José Guadalupe Lomelí dijo: “El ejercicio de la acción penal previsto en el artículo 21 constitucional, bajo ninguna circunstancia depende de una consulta popular. Si hay la presunción de que se ha cometido un delito debe denunciarse e iniciar una carpeta de investigación. La consulta no suple la titularidad de la acción penal que como deber jurídico tiene la Fiscalía”.


Y así por el estilo, Kico Cortés dijo: “No pienso ir a votar, porque no me gusta violar la ley. Mucho menos hacerle el caldo gordo al presidente de México. Es tanta la ignorancia que ahora ya se consulta si se debe o no aplicar la ley. No entiendo cómo un país con tantas carencias y falta de medicinas, guarderías, comederos para ancianos en situación de calle, etc. se atreva a tirar a la basura más de 500 Millones de Pesos, pues no veremos nada nuevo”.


Lo dicho la gente que piensa argumenta. A veces, por desconocimiento, no se toma la decisión más adecuada, pero eso es diferente. Me llamó la atención una respuesta, en la que uno de nuestros lectores contesta que él va a ir a votar pero para anular su voto. Debe saber que si acude a la casilla y hace lo que dice, contará para el porcentaje necesario para que el resultado sea vinculante, es decir, para que sea obligatorio hacer lo que diga el resultado, se requiere que participe el 40% del padrón electoral para ello, ya sea que vote a favor, en contra o anule su voto. Lo mejor en todo caso es ignorar dicha consulta y que el Amado Líder siga tirando a la basura el dinero de los mexicanos. Yo por eso no pienso ir el 1 de agosto a votar en esa consulta. ¡Que siga la fiesta! pero sin mí.

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