El presidente genocida

 


Por Christian Villalobos


Hace unos días conocí una mujer extraordinaria de las muchas que existen en este país, omitiré su nombre, pero me permito contar su historia: Ella es originaria de Jalos pero vive con su esposo y sus hijos en el vecino municipio de Valle de Guadalupe. Hace un tiempo una de sus hijas empezó con problemas de dolor de cabeza, vómito y otros síntomas aparentemente leves, sin embargo todo empeoró, su pequeña comenzó a tener problemas de la vista, visitó varios médicos de nuestro municipio, finalmente le detectaron un tumor cancerígeno cerca del cerebro, por lo que intentaron recurrir a las instancias de salud pública.


Para su sorpresa no contaban con medicamentos, ni médicos adecuados para ayudar a su hija, por lo que se vieron obligados a viajar periódicamente a la Ciudad de México para que la menor pueda recibir sus medicamentos y tratamientos. Esto implica un gasto enorme, no sólo por la enfermedad, además deben gastar en el transporte y hospedaje, el esposo de esta señora se vio obligado a dejar su familia para ir a los Estados Unidos de América para conseguir un poco de dinero extra, su hija no concibe el motivo del por qué su papi la dejó cuando ella se siente mal, por más explicaciones que la madre le pueda otorgar, sin embargo esta familia sigue adelante superando cada prueba, luchando por la menor sin tener el respaldo de la Secretaria de Salud.


Quisiéramos que este caso fuera una excepción a la regla, lamentablemente desde que el salvador de México nos gobierna, ésta y otras historias se multiplican, no hay medicamentos no sólo para combatir el cáncer, sino para un sinfín de enfermedades. Los médicos y las enfermeras están mal pagados, las instalaciones en mal estado, todo esto se deriva en muerte. 


Los padres de familia, cansados, salieron a exigir el derecho a la salud, porque eso es lo que es, un derecho humano y no un privilegio. La salud está garantizada en nuestra constitución y en los tratados internacionales ratificados por nuestro país. ¿Cómo les respondió el gobierno que encabeza la rencarnación de Benito Juárez? Sencillo: con un comentario burlesco por parte de Gatell, llamando “golpistas” a los padres de familia que, movidos por el amor a sus hijos y la impotencia de la enfermedad, ruegan ayuda a quien tiene la obligación de ayudar.


El presidente Andrés Manuel no ve como una prioridad la salud, pero sí destina recurso en programas asistencialistas, desmerita y critica a quién exige sus derechos, por esto sin duda el presidente de la republica nos aleja del destino que el dedo de Dios escribió y se convierte en un genocida.

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