Por Cristi Córdova
La juventud es la hora de los grandes riesgos
y las grandes osadías.
Anacleto González Flores
Ni estudian, Ni trabajan. Son millones los jóvenes y adolescentes
que se encuentran en esta situación que es una especie de limbo existencial, en
el cual no hay la esperanza de conseguir trabajo o convertirse en un
profesionista, mantenidos económicamente por sus padres o están en la calle
cercanos a la violencia y lo que esta conlleva, sin el mas mínimo animo de
salir de su burbuja de pereza y vicios.
Podemos imaginar, en primera instancia, que este fenómeno se
observa solamente en las llamadas “naciones en vías de desarrollo”, como
México, pero la verdad es que ocurre en todos lados. En España, por ejemplo, el
Instituto de la Juventud local acepta que casi 600 mil chavos se encuentran en
estas circunstancias. En Argentina las estadísticas oficiales muestran que 20%
de los jóvenes de 14 a 24 años pertenece a este “club”, y lo peculiar es que,
al consultarlos, declaran no querer hacer nada.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 18%
de los jóvenes uruguayos no estudia ni trabaja; porcentaje semejante se
presenta en Brasil (19%) y Paraguay (21%). En el Caribe los adolescentes no se
quedan atrás, ya que se estima que 20% tienen la etiqueta de Nini, mientras que
en Centroamérica la situación es similar: 21% de la población de 16 a 29 años
se inscribe en esta categoría. En nuestra nación 7 millones de jóvenes
pertenecen a la llamada Generación Nini; de ellos, 120 mil se encuentran en la
capital de la República. Un dato complementario, ofrecido por la Secretaría de
la Defensa Nacional, revela que en los últimos años 1,200 jóvenes han muerto en
enfrentamientos suscitados entre los diversos grupos de narcotraficantes que
existen en nuestra geografía.
Hoy en día es muy común encontrar jóvenes comenzando la etapa con
mayor aventura, que se encuentran pasivos en la sociedad. Es un tema
preocupante porque si bien sabemos los jóvenes no somos el futuro de la
sociedad, somos el presente; el presente es aquí y ahora y no podemos quedarnos
sentados viendo la situación del país o vamos mas cerca viendo la situación de
tu comunidad o en tu propia familia. Siempre podemos encontrar una misión en la
vida pues de hecho para eso fuimos creados para encontrar de acuerdo a tus
capacidades físicas e intelectuales una
vocación y convertir esa vocación en
iniciativa para transformar tu entorno y contribuir al crecimiento sano
de la sociedad.
Lo preocupante del asunto es que estos jóvenes están propensos a
unirse a las filas de la delincuencia, narcotráfico, corrupción, migración,
violencia, etc. Tu podrás conocer a algún “nini” o puedes ser uno de ellos, si
es así, se parte de la solución ya que si no eres parte de la solución entonces
estas formando parte del problema aunque es un tema que apenas esta
tomando auge es alarmante y podemos contrarrestarlo
comenzando nosotros como jóvenes o los padres de familia alentemos a todos los
jóvenes y adolescentes pues siempre hay mas por hacer, siempre hay un sueño por
perseguir y siempre hay un éxito por conquistar.
0 Comentarios