+ Ya habían dado la alarma y albergue estaba listo
+ Una tormenta más hubiera provocado las inundaciones
Por Georgina González Ontiveros.- Como pocas veces, la alarma por un posible desbordamiento del río Tepa tuvo a las autoridades municipales en alerta durante la tarde y la noche del martes, pero la tormenta que esperaban que provocaría una inundación los dejó plantados y el nivel del río bajó sin que pasara a mayores.
La presidenta municipal, Susana Jaime Mercado, explicó que desde las 5:00 de la tarde del lunes 23 el cauce del arroyo Jesús María creció por las lluvias del huracán Paul, haciendo que subiera el nivel del río Tepa desde el punto ubicado a espaldas de la escuela Niño Artillero hacia el Seguro Social.
Protección Civil informó que durante esa tarde sí hubo reportes de inundaciones en algunos puntos del río, como la colonia San Pablo, que bajó luego de unas horas. Los niños que estudian en el turno vespertino de la Niño Artillero fueron desalojados ante la creciente del río, pues el nivel del agua en el punto del puente de la calle Sol había llegado al 100 por ciento.Sin embargo, explicó la alcaldesa Susana Jaime, el mayor temor de Protección Civil era el anuncio de una tormenta, según los reportes meteorológicos, que caería la madrugada del martes, con lo que aumentaba considerablemente el riesgo de una inundación en la zona del Seguro Social y el "Puente de Palo", por lo que se pidió la intervención de Protección Civil del Estado y se montó un operativo para habilitar el albergue, pedir a los vecinos en riesgo que salieran de sus casas por esa noche, y construir una "costalera", un dique con costales de arena amarilla en los puntos con riesgo de desbordamiento.
Aunque en un principio se dijo que el albergue estaría ubicado en el auditorio Miguel Hidalgo, finalmente se habilitó en las instalaciones del DIF, porque en el auditorio había una exposición mueblera. Las escuelas Niño Artillero y otros preescolares de la zona suspendieron clases el martes.
Afortunadamente, la esperada tormenta no llegó, y el miércoles por la mañana tanto el río Tepa como el arroyo Jesús María habían recuperado su nivel habitual, disminuyendo con mucho el riesgo de una inundación, aunque el operativo de monitoreo continúa.
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