Celebraron apariciones de la Virgen de Guadalupe
Por Georgina González Ontiveros.- Aunque aquí no provocó multitudes, ni que se cerraran las calles al tráfico, a excepción de una cuadra, la Guadalupana también fue venerada por cientos de tepatitlenses que, si bien no abarrotaron el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en el centro de la ciudad, sí mantuvieron siempre lleno de fieles este templo el pasado martes 12 de diciembre.
Mientras que en Capilla de Guadalupe los fieles desbordaron los alrededores de la parroquia para celebrar a la Virgen Morena en sus fiestas patronales, en Tepatitlán el flujo de visitantes en el Santuario se mantuvo constante, pero no se convirtió en una multitud durante el día 12, día final del novenario en honor a la Virgen de Guadalupe.
Al igual que en el resto de los Santuarios Guadalupanos del país, la vigilia en Tepatitlán comenzó a las 11:00 de la noche del lunes 11, pero la fiesta oficialmente comenzó a las 5:00 de la mañana del martes, con un repique de campanas. Desde ese momento la gente no dejó de mantener lleno el templo de Nuestra Señora, pero sin abarrotar el edificio. Los fieles aprovecharon para visitar a la Virgen, hacerle peticiones, pagarle favores ya recibidos y pasar por las pequeñas capillas del Santuario de Guadalupe, en donde se encuentran las representaciones de La Dolorosa, de santa Infantita, a quien también se le piden milagros, especialmente aliviar de enfermedades a los niños, y del beato Anacleto González Flores.
A partir del mediodía se recibieron más visitas y tributos en honor a la Virgen del Tepeyac. Un grupo de alumnos de la primaria del Colegio Niños Héroes, al mando de su profesora Erika, bailaban danzas autóctonas tanto en el atrio como dentro del templo, y las ofrendas y arreglos florales para la Santa Señora llegaron continuamente. A las 12 del día comenzó la peregrinación de la Asociación Guadalupana, que terminó en una misa, y a las 6:00 de la tarde se llevó a cabo una concelebración presidida por el Obispo Javier Navarro Rodríguez.
Malas ventas
En esta ocasión, los 475 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe se celebraron con la participación de los vecinos del Santuario tepatitlense. Cada día del Novenario una familia diferente se encargó de organizar los festejos de cada día, adornando las calles con imágenes de la Guadalupana y banderas tricolores, hasta llegar al esperado día 12, no sólo por los fieles, sino por los comerciantes que trataron de aprovechar el día para llevarse alguna ganancia.
Por eso, el día 12 amaneció con una cuadra de la calle Tepeyac, al frente de la iglesia, cerrada para la instalación de un pequeño tianguis que vendía, más que nada, comida y botanas para los fieles hambrientos. Sin embargo, las ventas no fueron lo que se esperaba, según lo explicaron los mismos comerciantes, pues la afluencia de visitantes fue mínima, en comparación con las multitudes que se registraron en otros centros marianos durante esta celebración.
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