Pórtico

PORTICO

Chorrito


Terminará como empezó: llena de caprichos.

Quienes gobernaron este municipio no aprendieron. No les bastó ser la peor administraciòn, según la opinión pública. No fue suficiente haber registrado el mayor número de manifestaciones en su contra en la historia moderna de Tepatitlán...

Tampoco fue suficiente haber retirado al alcalde "para quitarle presión" al ambiente político del municipio.

Por supuesto que tampoco fue suficiente haber fracasado con el núcleo de la feria, con la organización de las fiestas abrileñas, con el tema de Capilla de Guadalupe, con el Periférico, con el bulevar, con las relaciones con otras instancias de gobierno. No, no les fue suficiente y los actuales regidores panistas quieren dejar huella, como si no hubiesen dejado ya su huella de incompetentes con decenas de acuerdos de Ayuntamiento incumplidos.

No, honestamente no fue suficiente y esta semana comenzaron a "construir" el monumento al chorrito en pleno centro de la ciudad. Cuatro días antes de que Susana Jaime rinda su primer-tercer informe de gobierno, justo a un lado de la plaza Morelos. Los invitados a esa ceremonia de adulación a la figura presidencial (típica de años priístas), estarán sentados junto a la tierra,
el lodo, los ladrillos y la maquinaria que está apostada en el centro de la ciudad erigiendo la fuente danzarina de los caprichos. Y no habrá, por supuesto, mejor escenario para concluir protocolariamente con este capricho llamado trienio: entre polvo y con unos espacios destruidos. No habrá mejor imagen para el pueblo que ésa, precisamente, esa imagen derruida, en vías de reconstrucción. Porque eso dejarán para la posteridad las actuales autoridades, una ciudad en proceso de construcción, con mucho discurso y poca acción; con demagogia y publicidad, pero con pocos resultados sociales palpables.

Este sábado, con la lectura del informe, se entrecierra la administración, la cortina se baja para aguardar solamente el día y la hora para retirar las maletas y comenzar, el 1 de enero, a levantar escombros, a barrer la casa y a desempolvar el contacto con el pueblo. El de hoy sábado será el penúltimo acto público donde la figura de los caprichosos se dejará ver en grupo, así como la gente los habrá de recordar, como un grupo, una familia en el poder
que hizo lo que quiso, aunque no necesariamente haya hecho lo debido.

"Hicimos lo que pudimos", dijo alguno, y en verdad, no pudieron hacer más,
aunque hubieran querido.

Adiós pues, a la administración de Leonardo, adiós al interinato de Susana.

Gracias a ambos por enseñarle al pueblo sus capacidades. Pero sobre todo, gracias por mostrarnos lo que no debe hacer un ciudadano cuando llega al poder: cumplirse antojos o caprichos a costa del dinero de los ciudadanos que siguen esperando que por su casa cruce el drenaje, el agua potable, el alumbrado, la patrulla, el camión recolector de basura, el tubo con los
desperdicios y no a cielo abierto, el empleo para su familia, la educación para sus hijos y una oficina que esté abierta para ser escuchado por gente sensible, aunque sea sólo para ser escuchado.

Muchas gracias pues, a las autoridades que ya se van, por hacer de Tepatitlán el pueblo de los deseos, la ciudad de los caprichos oficiales y los antojos cumplidos. Les recordaremos siempre, pero no les aseguro que sea para bien...

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