Contaminación en los arroyos
Por Rubén Arias Barajas
Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.
Ahora que se ha comenzado a sentir la ola de calor intenso propia de esta temporada, es cuando más nos asomamos a voltear a ver los arroyos que cruzan por la ciudad y no es debido a otra cosa, sino a los fétidos olores que se desprenden del agua que se encuentra encharcada precisamente por el poco caudal que arrastran en esta época del año.
En el caso particular de Arandas, casi por media ciudad cruza el Río Colorado, que solamente es un arroyo que recibe poca agua de los escurrimientos de la zona norte cuando llueve y que atraviesa hacia el sur para ir recolectando a su paso las descargas domésticas de muchas casas que tienen conectado su drenaje al mismo, por lo que más que agua, es una mezcla de muchas porquerías que va juntando a su paso por la ciudad.
Como si esto no fuera suficiente, pues resulta que gente mal educada y poco escrupulosa, toma el cauce como si fuera parte de un basurero y es posible encontrar desde llantas viejas, hasta plásticos, cartón y uno que otro animal muerto que de manera increíble han dejado por ahí tirado.
La falta de trabajo para desazolvar el río y bastantes arbustos que han crecido por no haber sido cortados a tiempo, ya se convirtieron algunos en frondosos arbolitos que rebasan fácilmente los dos metros de altura, por lo que entre basura, árboles y maleza, el cauce del arroyo tiene muchos obstáculos para poder desalojar la poca agua que corre por el lugar.
Al quedarse estancada el agua, obviamente que se convierte en un foco de infección que no sólo deja malos olores, sino que fauna nociva como ratas y otros, son los habitantes comunes del lugar, sin dejar de tomar en cuenta, las larvas de los moscos que ahí se anidan y que después se pueden convertir en atacantes de seres humanos sin descartar la posibilidad, Dios no lo quiera, de que vaya a brotar el dengue que en su modalidad de hemorrágico, puede llegar a causar la muerte.
Por esas razones, considero que son suficientes, debe atenderse la petición y queja que levanta la Ciudadanía, especialmente los que fincaron su casa en las márgenes de los arroyos, en el sentido de que piden que el Departamento de Ecología o la Autoridad Municipal pues, trátese de quien se trate y corresponda, ponga atención y solución a este problema añejo del Río Colorado antes de que se presente algún problema mayor en los niños o personas que frecuentemente juegan cerca del lugar.
Por otra parte, algo deberá hacerse también para hacerle notar a la gente que es muy importante el no depositar basura u otros objetos o animales muertos en el lecho del arroyo, y tal vez hasta formar Juntas de Vecinos o algún Comité integrado por todos los vecinos, para que se hagan responsables del cuidado y vigilancia para evitar que tales desperdicios vayan a parar a ese lugar y que se impongan fuertes sanciones a todos aquellos irresponsables que usan como basurero el lecho de los ríos.
Ojalá que pronto se atienda esta necesidad de la Ciudadanía y nos leeremos en la próxima entrega.
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