Siete Días: Día del niño


Día del niño

Este 30 de abril se celebra el Día del Niño. En Tepatitlán nadie se acuerda de esto porque esta fecha es el día de la “fiesta grande”, el día del Señor de la Misericordia. Si acaso, la Casa de la Cultura ofrece una presentación de títeres para los niños y cada escuela organiza su propio festejo. El Día del Niño podría parecer una fecha superficial, hecha para comprarles dulces a los hijos, primos o sobrinos que tengamos y ya. Sin embargo, puede ser un buen pretexto para recordar la situación de los niños actualmente y lo mucho o poco que se ha hecho para mejorarla.
En la pasada edición de 7 Días, entre los comentarios que llegaron esa semana había uno dirigido a esta reportera, en relación al artículo sobre los pedófilos que se publicó hace unos días, en el que precisamente uno de ellos hacía notar que había muchos más peligros “reales” para los niños, como el abandono, los homicidios por accidentes y el maltrato, que el abuso sexual, que según este lector, se daba en mucha menor medida, de acuerdo a estadísticas del Instituto de la Mujer del Distrito Federal.

El hecho de que este lector amante de los niños (en el mal sentido de la palabra, un pedófilo, pues) haya querido, convenientemente, minimizar el grave problema del abuso sexual infantil no le quita razón al resto del comentario, en el sentido de que, en efecto, existen muchos peligros que acechan a la niñez. Llevo no poco tiempo viendo en la televisión un comercial de la Cámara de Diputados en el que se observa a una niña de, cuando mucho, once años desmaquillándose, al parecer, después haber sido utilizada para el comercio sexual. Al principio el anuncio entero era sobre esa niña. Últimamente le agregaron a otro niño que trapea el suelo de una cantina. La Cámara de Diputados quiere hacer notar con esto que no es solamente el abuso sexual el problema, sino otras condiciones peligrosas en las que se hace vivir a los niños, como el forzarlos a trabajar desde muy chicos, y peor aún, en ambientes de adultos. También señala, la voz en off del anuncio, que la Cámara de Diputados está haciendo leyes para proteger la niñez.
La ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de carácter federal, se publicó el 29 de mayo del 2000 y desde entonces no ha sido reformada, por lo que continúa vigente. Así que en ese aspecto, la actual Legislatura del Congreso de la Unión no puede decir que ha hecho mucho para proteger a los niños. Esta legislación garantiza el derecho a la vida, a no ser discriminados, a ser salvados primero en caso de desastre, a tener una familia y a no tener que trabajar para vivir hasta que cumplan 14 años, entre otras cosas. Derechos que ya están contenidos en la Declaración de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas. En la práctica, sin embargo, se sigue viendo una de las situaciones más comunes: niños pidiendo limosna.

Eso se llama corrupción de menores, porque se habitúa a los niños a la mendicidad, y supuestamente se castiga hasta con seis años de cárcel. Pero yo no he visto que se lleven a nadie al bote por obligar a un niño a pedir limosna, a pesar de que los mendigos están en las narices de las autoridades. Inclusive en una ocasión, hace unos meses, vi a un señora regentear a una niña de unos seis o siete años que pedía limosna dentro de la presidencia de Jalostotitlán, y nadie le dijo nada, a la señora, sobre esto.

También he visto niños trabajar. Muchos y muy pequeños, en muchos tipos de negocios. Esto no es un delito pero sí lesiona el buen desarrollo de los infantes, según la ley federal de protección que cité en líneas anteriores. Trabajan en la calle como vendedores ambulantes, trabajan más de ocho horas, se quedan en sus chambas hasta muy tarde, o hasta que se les acaba la mercancía.
Queda pendiente también las situaciones de violencia que viven los niños, ya sea dentro de sus casas, con el maltrato intrafamiliar, o de manera casual, al exponerlos a accidentes por el mal cuidado y la falta de prudencia.

Lo siguiente está tomado de la página de la UNICEF (www.unicef.org), relativo a la protección infantil contra el abuso y la violencia:

“Crear un ambiente protector”
“Se calcula que aproximadamente 300 millones
de niñas y niños de todo el mundo están expuestos a la violencia, la explotación
y los abusos, incluidas las peores clases de esclavitud laboral en comunidades,
escuelas e instituciones y durante los conflictos armados; asimismo están
sometidos a prácticas dañinas, como la mutilación genital femenina y el
matrimonio infantil. Muchos millones más, que aún no son víctimas, tampoco
reciben la adecuada protección.”
“Proteger a los niños contra la violencia,
la explotación y el abuso es un componente esencial para defender su derecho a
la supervivencia, al crecimiento y al desarrollo. El compromiso de UNICEF de
amparar a los niños y niñas se subraya en nuestro Plan Estratégico de Mediano
Plazo. Como base de nuestra respuesta, recurrimos a Compromisos Básicos
Corporativos, la Convención de los Derechos del Niño, la Declaración del
Milenio, y numerosos acuerdos internacionales.”
“UNICEF defiende y apoya la
creación de un entorno protector para niños y niñas en colaboración con los
gobiernos, asociados nacionales e internacionales, incluyendo al sector privado,
y con la sociedad civil. Los sistemas nacionales a favor de la infancia, las
prácticas sociales protectoras y la propia capacitación de niñas y niños, unidos
a una buena supervisión y control, son algunos de los elementos de un entorno
protector que permitirán a los países, comunidades y familias prevenir y
responder a la violencia, a la explotación y al abuso.”

UNICEF también
ofrece ejemplos:

“Cuando Boriana cumplió 14 años, su padre decidió que
en lugar de asistir a la escuela secundaria debía buscar un trabajo en un país
vecino para ayudar a mantener a su familia. Boriana contactó con una agencia de
empleo de su localidad, en la que le ofrecieron un puesto de camarera en el
extranjero y le prometieron un buen salario. Y en realidad lo que ocurrió es que
fue obligada a prostituirse en un burdel.“
“Tras ser hospitalizada por malos
tratos en el país donde había emigrado, Boriana telefoneó a una línea de
emergencias y declaró que su padre la maltrataba y que tenía miedo de regresar a
casa.”
“La historia de Boriana es un ejemplo de la vida que llevan los 1,2
millones de niños y niñas que cada año son víctimas de la explotación sexual.
Todos los días suceden en todo el mundo variaciones de este caso.“
“Todos
los años, decenas de millones de niños y niñas de todo el mundo son víctimas de
la explotación, el maltrato y la violencia. Son secuestrados de sus hogares y
escuelas y reclutados para combatir en conflictos armados. Otros muchos millones
son víctimas de la trata de seres humanos y se ven forzados a trabajar en
condiciones terribles.”
“La infancia únicamente se verá libre de la
explotación y el maltrato cuando viva en un entorno seguro que la salvaguarde de
estos peligros. Un entorno seguro es como una red de seguridad que impide que se
produzcan prácticas abusivas.”
“La red de seguridad que todos los niños y
niñas necesitan”
“Un entorno de protección implica una vida de seguridad y
dignidad, lo cual pasa por garantizar que los menores de edad estén
escolarizados, que existan leyes que castiguen a aquellos que explotan a la
infancia, que los gobiernos se comprometan realmente a proteger a niños y niñas,
que las comunidades estén informadas de los riesgos que acechan a la infancia,
que la sociedad civil aborde determinadas cuestiones consideradas "tabú", y que
se implanten sistemas de control que permitan detectar los posibles casos de
explotación infantil.”
“La infancia no quedará libre de la amenaza de la
explotación hasta que todos los estratos de la sociedad, desde la familia hasta
la comunidad internacional, colaboren. Al faltar cualquiera de estas "capas
protectoras", aumenta la vulnerabilidad de los niños y niñas a la explotación,
el maltrato y la violencia.”
“La historia de Boriana habría sido muy
distinta en un entorno seguro:
* Si en su país de origen hubieran existido
leyes que dispusieran la educación secundaria obligatoria, Boriana habría tenido
que permanecer en la escuela.
* Si sus profesores hubieran estado informados
del problema, habrían podido sospechar que el absentismo cada vez más frecuente
de Boriana se debía al maltrato a que estaba siendo sometida en su casa.
*
Si los medios de comunicación hubieran advertido de la amenaza que supone la
trata de seres humanos, la propia Boriana habría reparado en el engaño y la
explotación que la amenazaban.
* Si hubiera existido un acuerdo
transfronterizo entre su país de origen y el país vecino, posiblemente no se le
habría permitido a Boriana la entrada en este último.
* Si la policía
fronteriza hubiera estado capacitada para detectar los indicios de trata de
seres humanos, no habrían permitido a Boriana abandonar su país y habrían
alertado a las personas adecuadas para que la ayudaran.”
“Para entender en
qué consiste la creación de un entorno seguro es fundamental admitir que la
cuestión de la protección de la infancia incide en todo el espectro de
prioridades del UNICEF. Los niños y niñas fuertes y físicamente sanos también
pueden ser víctimas del maltrato. Cualquier niño o niña que padezca maltrato
físico, aunque esté bien alimentado e inmunizado, no será un niño sano. Y una
niña que padezca abusos sexuales en casa, aunque asista a la escuela seguramente
no aprenderá.”
Y ahí queda el texto de la UNICEF. Si vamos a celebrar el Día del Niño, celebremos protegiendo a los que tenemos cerca. Ese va a ser su mejor regalo.

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