Nochistlán: El señor Cura Maurilio Martínez en su primer destino

Por Oscar Maldonado Villalpando

Lazos fraternales unieron este sábado 30 de junio de 2007 a San Diego de Alejandría y a Nochistlán, la una ciudad tan llena de historia. Buen grupo de sandieguenses, especialmente familiares, acompañaron al festejado en este día.
Las campanas que cantan la sinfonía de la primera Guadalajara, invitaban a la celebración desde las doce y media, con la primera llamada. Un poco después de una de la tarde inició la celebración. Acompañaron al Padre Maurilio los sacerdotes del lugar, el Señor Cura don Felipe Alba Romo y los dos vicarios. El Padre Maurilio se veía muy contento de celebrar en este lugar sus Bodas de Plata. En el templo de San Francisco se encontraba La Virgen de Toyahua, una imagen a la figura y familia de las imágenes de los principios de la evangelización en el centro del país, como la de San Juan, Talpa y Zapopan.
Para empezar, el profesor J. Rubén Mejía Roque habló así:
"Nochistlán ha sido bendecido en muchos momentos de la historia como comunidad católica. A lo largo de los tiempos, hombres buenos, ungidos por Nuestro Señor, han arribado a estas tierras con el amor de Cristo como emblema y con el mandato divino de servir como medios para conducirnos, como su rebaño, por los caminos de Dios.
La querencia de este pueblo, el mismo pueblo alegre, sensible y noble que lo recibió un lejano día del año de 1882, ha hecho posible que el señor Cura don Maurilio Martínez Tamayo regrese hoy a Nochistlán para compartir con nosotros la gracia que el Altísimo le ha concedido de cumplir sus primeros
25 años de ministerio sacerdotal.
Nochistlán recibió las primicias sacerdotales del padre Maurilio; de aquel joven sacerdote que llegó a nuestra tierra con una mochila llena de ilusiones y ansias desbordadas por ponerse, cuanto antes, al servicio de los hombres y mujeres; jóvenes y niños del pueblo y sus comunidades.
El Señor Cura Don Maurilio Martínez Tamayo, es originario de San Diego de Alejandría, Jalisco, lugar donde nació un 22 de septiembre de 1953. Sus padres: Don Antonio Martínez y Doña Juanita Tamayo, quienes en su matrimonio procrearon 10 hijos: Juan Manuel, Maurilio, Elena, Rosa, Francisco, Luis,
Martín, Lola, Guille y Angélica.
Animado por el Señor Cura Don Saturnino Covarrubias, ingresó al Seminario de Lagos de Moreno, Jalisco, a la edad de 14 años, el 11 de septiembre de 1967.
Recibió su diaconado el 20 de diciembre de 1981 y el ministerio sacerdotal el 30 de mayo de 1982.
Entregado al trabajo y al estudio constante, durante los cuatro años que permaneció en nuestra parroquia, realizó importantes obras que vinieron a fortalecer nuestra vida cristiana. Fruto de su entrega disciplinada a la obra del Señor, al estudio y su inagotable entusiasmo por servir mejor al pueblo de Dios, fue elegido en 1986 para realizar estudios superiores en el Colegio Mexicano de Roma durante 3 años.
A su regreso a Guadalajara, le fue encomendado un importante plan pastoral en la Universidad del Valle de Atemajac, entre los jóvenes estudiantes, a lo largo de 16 años. En esa casa de estudios llegó a ser Decano en Licenciaturas.
El Señor Cardenal Don Juan Sandoval Iñiguez lo ha llamado a entregarse a otra etapa de su vida pastoral en la atención a la Parroquia del Dulce Nombre de Jesús, en la ciudad de Guadalajara, desde el 30 de septiembre de 2005.
Después de 25 años de tan fecunda obra y largo peregrinar, Nuestro Señor le ha traído nuevamente hacia nosotros para poder decirle: Gracias padre Maurilio. Gracias Señor Cura Don Maurilio Martínez Tamayo por acordarse de nosotros en este jubiloso acontecimiento de su vida sacerdotal. Gracias por regresar a la tierra que lo vio estrenarse como sacerdote y en la que permanece, profunda y fresca aún, la huella que aquí ha dejado.
Deseamos para usted salud y bienestar y la mirada del Altísimo para que fortaleza la fecundidad de su obra pastoral. Para nosotros, nuestras familias y nuestro Nochistlán y sus comunidades, le pedimos tenernos presentes en sus oraciones"
"¡Muchas felicidades Padre Maurilio!"

Al final de la misa se le entregó el ramillete espiritual de la parroquia y luego la comunidad de Las Animas, hizo otro tanto. El Señor Cura agradeció a todos los presentes este gran acompañamiento. Luego de la bendición, descendió para saludar a todos personalmente.
Los participantes fueron invitados a la Casa de pastoral o casa del Padre Pablo Iñiguez para el espléndido banquete. El Cuarteto "Los Telos" de corte clásico, ejecutaba hermosas melodías con sus románticos violines. A poco llegó el trío Latino para deleitar a todo el público presente. La convivencia se tornaba animada y alegre.
El pueblo fiel gozó esa fiesta en honor del Padre Maurilio. Es un gran orgullo que un hijo de San Diego de Alejandría sea tan estimado y recordado en esta histórica ciudad de Nochistlán. Hace algunos años, no lejos de aquí, don J. Jesús Origel Villalpando, también de San Diego, ejerció un fecundo apostolado en Mexticacán, Jalisco.
Con esta celebración se cierra el ciclo de celebraciones con este motivo, iniciaron el día 30 de mayo en la Catedral de Guadalajra, luego fue en la propia parroquia del Dulce nombre de Jesús, el día 23 en San Diego de Alejandría y, ahora, un mes después, en Nochistlán. Y a seguir trabajando, la vida continúa. ¡Felicidades!

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