En muchas ocasiones he escuchado que en Tepatitlán no se traen buenos eventos y cuando los traen, la gente no asiste, los grandes espectáculos, las grandes obras se han convertido en un verdadero fracaso en esta ciudad, ya que se ha constatado que a los tepatitlenses no le gusta mucho el teatro y los grupos de danza, pues resultó realmente desilusionante que muy poca gente asistiera a un evento que merece estar en los grandes teatros del mundo y a toda su capacidad, sin embargo, aquí fue otro cantar.
Loas rusos se sintieron en cierta forma frustrados al ver a tan poca gente, sin embargo demostraron su profesionalismo y nos regalaron una noche inolvidable, en donde cada uno de los bailarines mostraron su fortaleza y su habilidad física para deleitarnos con las danzas de su región, las mujeres, parecían fantasmas sobre el escenario, pues era tal su habilidad, que cuando bailaban parecían que flotaban.
Es triste ver que gente que habla tanto de la cultura no estuviese presente en este evento que supera por mucho lo que anteriormente se ha visto en Tepatitlán, no vi ni a los maestros de danza, ni a gente del ayuntamiento, la regidora de cultura no asistió, los maestros y maestras ausentes y todos aquellos que pregonan por tener espectáculos de calidad, jamás los vi y esto si es verdaderamente triste, lástima verdaderamente fue una lastima que dejaran pasar esta oportunidad.
Fueron 17 danzas diferentes que presentaron y que emocionaron a los pocos que asistieron, y esos pocos son en cierta forma un grupo privilegiado de haber tenido y haber convivido con los integrantes de Ensamble Nacional de danza de Osetia Rusia.
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