Sumario: Reforma a medias


Reforma a medias

Los partidos políticos mantienen el monopolio del derecho a designar candidatos, es decir, la partidocracia quedó a salvo. Mentira que cualquier ciudadano tenga derecho a ser votado como dice la Constitución, nadie puede ser candidato a un puesto de elección popular si no lo avala un partido político, los representantes de éstos en el Congreso se cuidaron muy bien de no perder el monopolio de ese derecho al no incluir en la Reforma Electoral las candidaturas independientes. Fue una reforma a medias, se avanzó pero poco...
Otros grandes temas quedaron pendientes en la tal Reforma Electoral, uno de ellos que tiene que ver con lo mismo, con que sean los partidos políticos los que gobiernen a este país y no el pueblo.
No incluyeron tampoco la reelección de diputados y senadores, y no la incluyeron para seguir siendo ellos y no el pueblo quien decida quiénes van a las cámaras. Mediante el sistema de la llamada representación proporcional los partidos meten a chaleco a quien ellos quieren como diputados y senadores.
Si hubieran eliminado ese engendro de los diputados y senadores de representación proporcional, y hubieran incluido mejor la reelección de los representantes populares, el pueblo premiaría a los buenos, reeligiéndolos, y mandaría al diablo a quienes sólo van al Congreso a levantar la mano para aprobar lo que a su partido conviene y no lo que le conviene al pueblo. Seguirán siendo los partidos los que mandan.
En algo se avanzó, aunque está por verse tal avance... pero la intención fue quitarle por lo menos un pedazo al famoso lema de “Sufragio en efectivo, no reelección”, dejaron nomás lo de la “no reelección” y pretenden que ya no sea el dinero, el efectivo, el que decida una elección. Ya no será, se supone, el que más pague a la radio y la televisión el que gane una contienda. Pero yo tengo mis dudas...
Ya no podrán contratar, ni los partidos ni las personas –es decir, los candidatos– publicidad en la radio y la televisión, pero dicha prohibición se refiere sólo a los spots. La publicidad va a seguir, pero no en forma de anuncios, sino de entrevistas, de cobertura de las campañas, y si no ya lo verá usted... el candidato preferido de la televisión –ya sea porque pague más o porque le conviene a ésta que gane– va a salir todos los días y a todas horas en los noticiarios de la televisión. ¿Que cómo va a pagar...?, ¿que si con factura o sin factura...? ¡Ah... eso es lo de menos!, los políticos y los dueños de los medios saben cómo, no hay problema...
¿Que ya no va a haber campañas negativas, es decir, guerra sucia, porque la Reforma Electoral establece en su artículo 41 Constitucional que “la propaganda política o electoral que difundan los partidos deberá abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas”? ¡Claro...! esto les conviene a los propios partidos y candidatos, por eso lo aprobaron, porque es mediante esas campañas negativas con las que se sacan sus trapitos al sol, en ellas se sabe de qué pie cojean cada uno (o lo que se han cogido, o agarrado, o transado pues) y eso pues... a nadie de ellos conviene.
Se avanzó, sí, en la disminución de los gastos de campaña y en la duración de las mismas. Se tiene previsto que a partir de la Reforma el financiamiento para las actividades ordinarias de los partidos se obtendrá multiplicando el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 65 por ciento del salario mínimo en el Distrito Federal, y que del resultado de esa operación, de ese monto el 30% se distribuirá equitativamente entre todos los partidos, y el otro 70% de acuerdo con el porcentaje de votos obtenidos en la elección de diputados inmediata anterior. Con esta medida aseguran que se ahorrarán alrededor de 300 millones de pesos a partir de 2008, y que además con el proceso de depuración del padrón electoral el ahorro aproximado aumentará en 65 millones de pesos.
Con esta reforma se cree que en las elecciones de 2009 el costo de las campañas pasará de 2,670 millones de pesos a 697 millones, es decir que habrá un ahorro de 1,973 millones de pesos; y en las elecciones de 2012 el gasto será de 1,335 millones en lugar de 2,670 millones sin la Reforma, lo que arroja una reducción de 1,335 millones. Ojalá...
Y en cuanto a la duración de las campañas y precampañas, la de las primeras cuando haya elecciones para presidente de la República, senadores y diputados federales, será de 90 días; y cuando se elija sólo diputados federales la duración será de 60 días. Las precampañas –dice la Reforma– no excederán las dos terceras partes del tiempo previsto para las campañas. Qué bueno, porque francamente hartan al ciudadano común y corriente con tanto tiempo de campañas y precampañas. Se las van a ingeniar para balconearse en los medios con mucha anticipación, pero bueno... ahí estará la ley para aplicarla si hay voluntad de hacerlo y si le conviene al aplicador...
Algo se logró. En la primera gran reforma de 1990 surgió el IFE, lo que representó el primer paso para que las elecciones no fueran organizadas y calificadas por el gobierno, lo que fue obligado ante la crisis electoral de 1988. Luego, en 1996 se llegó a que los órganos directivos electorales estuvieran conformados por ciudadanos con independencia de los partidos políticos y del gobierno, ambas reformas enmarcaron el nacimiento de la ciudadanización y la autonomía de los procesos electorales.
Y bueno, once años después se llega ahora a que se gaste menos en las campañas, a que duren menos éstas, a que no se pongan mutuamente como lazo de cochino los candidatos, y a que supuestamente no sea la televisión la que decida quién gana y quién pierde.
Pero seguirán siendo los partidos políticos los que decidan quién puede ser candidato y quién no, quién va a las cámaras y quién no, quién brinca como chapulín de la de diputados a la de senadores y quién no...
Ah... y dejaron pendiente también la iniciativa ciudadana de crear un Instituto Nacional Electoral que organice las elecciones en todo el país, federales, estatales y municipales, para terminar con la actual duplicidad de funciones con un IFE para las federales y un organismo estatal en cada entidad para las otras, así que seguirán funcionando en cada estado una delegación del IFE y un instituto electoral local, y habrá qué seguirles pagando al montón de burócratas que trabajan en ambos.
Lo que sí hicieron fue darles en su mauzer a los actuales consejeros del IFE, los van a correr poco a poco, porque en el fondo de todo esa era la motivación principal de la Reforma, la venganza por haberle dado el triunfo a Felipe Calderón y no a López Obrador.
Pero bueno... ya vendrán otros y daremos otro pasito hacia la democracia. Ahí la llevamos... en 19 años –luego del salinazo del 88– logramos que se cuenten los votos y que cuenten los mismos, es decir, que más o menos se respete la voluntad popular. Falta que cualquier ciudadano pueda ser candidato y que sea el pueblo quien decida quién llega a las cámaras y permanece en ellas y quién no, o lo que es lo mismo, falta instaurar la democracia en lugar de la partidocracia. Algún día, algún día...

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