+ El rezago es notorio,
y más en Los Altos
+ Porcicultores pusilánimes
que no hacen rastros TIF
Por Georgina González Ontiveros.- Ni ganador ni competitivo. Entre intermediarios “coyotes” que se quedan con una parte de los subsidios que deberían llegarles completos a los productores y la falta de asociaciones que permitan a los productores unir fuerzas para lograr mejores condiciones, la agroindustria se mantiene en un bajo perfil, dijo el ex delegado de la Secretaría de Agricultura y Ganadería en Jalisco, Ramón González González.
y más en Los Altos
+ Porcicultores pusilánimes
que no hacen rastros TIF
Por Georgina González Ontiveros.- Ni ganador ni competitivo. Entre intermediarios “coyotes” que se quedan con una parte de los subsidios que deberían llegarles completos a los productores y la falta de asociaciones que permitan a los productores unir fuerzas para lograr mejores condiciones, la agroindustria se mantiene en un bajo perfil, dijo el ex delegado de la Secretaría de Agricultura y Ganadería en Jalisco, Ramón González González.
No sólo la agricultura no pasa por un buen momento, sino también la producción pecuaria, en donde se padecen las consecuencias de que Jalisco no sea todavía un “estado libre” en cuanto a condiciones sanitarias, y la competencia tanto nacional como internacional es muy fuerte.
Sobre el campo, Ramón González explicó que en términos generales está bien, pero “todavía le hace falta mucho para ser un campo ganador, competitivo. En cuanto a los apoyos y programas federales hay muchos recursos, pero a veces ni llega todo el dinero directo al productor, se queda mucho con los intermediarios”.
Son “coyotes” del campo, organizaciones que se encargan de hacer los trámites para obtener subsidios gubernamentales, “y en esos trámites se quedan con un porcentaje”, explicó Ramón González, quien agregó que otro de los factores por los que el la agricultura no prospera es que la pequeña propiedad está muy minimizada: “para que el campo sea competitivo se necesitan extensiones más grandes de tierra para que sea redituable la inversión, si se compra maquinaria y se tiene poca tierra, es imposible.
Lo que hace falta es un poquito mas de asociacionismo entre productores, que se organice más la gente para que se puedan bajar más los recursos y de esa manera sean más productivos”, sugirió.
Sin embargo, en los diez meses que estuvo al frente de la Sagarpa en Jalisco, el contacto con las organizaciones intermediarias fue respetuoso: “fuera de algunas grillitas por ahí, de organizaciones que siempre han estado viviendo del presupuesto, pero aún con ellos se trabajó muy bien. Las organizaciones que se quejan –explicó sin mencionar a alguna en particular- siempre son las mismas, pero hubo muy buena relación con todos”. El campo alteño, sin embargo, no depende tanto del dinero del gobierno, dijo el ex funcionario: “en la región de Los Altos la mayor parte no tiene subsidios, pero hay otras zonas que año con año están acostumbradas a recibirlo”.
Pero no sólo de maíz vive el agro: “en cuando a otras formas de producción, tenemos que ser más eficientes, sobre todo en la cuestión de los invernaderos, producir más”, explicó Ramón González, apostando a los cambios de cultivo. “En Chapala o Jocotepec es impresionante como se está produciendo arándanos, frambuesas, zarzamoras y fresas y lo exportan a varias partes del mundo, han dejado de sembrar maíz y les da rendimiento económico; en Tuxpan o en Ciudad Guzmán también se está teniendo mucho éxito, por la zona del sur del estado se están viniendo los aguacateros de Michoacán que están comprando cerros enteros porque es un clima muy favorable.
Para Los Altos también hay alternativas: “tenemos que trabajar sobre todo en invernaderos, en la agricultura protegida, pero también hay que organizarse porque si cada quien tiene un invernaderito, no es negocio, porque al rato va a batallar para vender el producto. Necesitamos hacer proyectos grandes y tener integradoras para que todo el que esté produciendo lo lleve a una integradora y ahí se esté comercializando, porque solo es muy difícil entrar a los mercados grandes”, dijo.
Competencia porcina
En lo que respecta a la ganadería, los precios internacionales, las condiciones sanitarias y la falta de rastros TIF han perjudicado a la industria. “Ha bajado mucho el precio del cerdo, así ha sido históricamente, es un mercado muy flotante que depende de circunstancias no solamente internas, sino externas”, dijo Ramón González, aunque no es igual para todos: “los productores de leche creo que están bien en términos generales, por primera vez en la historia el precio internacional de la leche está muy alto, entonces eso nos hace que seamos competitivos en ese rubro, que sea más negocio comprar internamente que externamente, pero la porcicultura sí ha estado mal por varios factores, uno de ellos es que hay mucho cerdo, aunque la importación también ha afectado, estamos en un mercado muy globalizado en el que tenemos que sujetarnos a los precios internacionales y, por otro lado, no somos un estado libre (de fiebre porcina). Podríamos estar exportando a China o a Japón pero no estamos libres”.
Competencia porcina
En lo que respecta a la ganadería, los precios internacionales, las condiciones sanitarias y la falta de rastros TIF han perjudicado a la industria. “Ha bajado mucho el precio del cerdo, así ha sido históricamente, es un mercado muy flotante que depende de circunstancias no solamente internas, sino externas”, dijo Ramón González, aunque no es igual para todos: “los productores de leche creo que están bien en términos generales, por primera vez en la historia el precio internacional de la leche está muy alto, entonces eso nos hace que seamos competitivos en ese rubro, que sea más negocio comprar internamente que externamente, pero la porcicultura sí ha estado mal por varios factores, uno de ellos es que hay mucho cerdo, aunque la importación también ha afectado, estamos en un mercado muy globalizado en el que tenemos que sujetarnos a los precios internacionales y, por otro lado, no somos un estado libre (de fiebre porcina). Podríamos estar exportando a China o a Japón pero no estamos libres”.
También le dio importancia al valor agregado: “los porcicultores no le han apostado a la construcción de Rastros TIF, todavía lo siguen vendiendo en pie y eso los está cerrando más porque muchos estados que si están libres ya no dejan que pase el cerdo jalisciense. Tienen que ponerse las pilas todos los productores para que estén libres sanitariamente y puedan competir aquí en México”, finalizó el ex delegado de la Sagarpa.
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