Por Víctor Ontiveros Aguirre
Zapotlanejo, Jal.- Sigue grave el problema de los motociclistas en esta ciudad y el aumento de vehículos de todo tipo a niveles a veces incontrolables, sobre todo en estos días en que el flujo de visitantes aumenta considerablemente y agrava aun más la situación.
En los últimos ocho días, la Cruz Roja local ha atendido casi a diario a un buen número de personas que han tenido accidentes por caída de motocicletas o por atropellamiento, esto quizá por la saturación de vehículos o por la manera de conducir, casi siempre de los que circulan en moto que lo hacen de una manera por de mas imprudente.
El día miércoles ocurrió lo que casi todos temían y comentaban antes de que ocurriera la muerte de un jovencito bajo las llantas de una camioneta, luego de que fue atropellado cuando venía de su trabajo en su moto.
Se trata de Jonatan Antonio García Nuño de 17 años, quien salió de trabajar alrededor de las 7 de la noche y al cruzar por la calle prolongación Hidalgo, justo por el puente de la autopista, una camioneta lo arrolló, fue atendido de urgencia por médicos y socorristas de la Benemérita, roja quienes lo estabilizaron y trasladaron a la ciudad de Guadalajara, pero no alcanzó a llegar con vida al hospital, dejando dolor en su familia.
El pasado domingo, también, un par de jovencitas que circulaban en una motocicleta cayeron de su vehículo al perder el control de él, y una de ellas no tenía casco y se golpeó la cabeza y tuvo un fuerte traumatismo de cráneo. Para empezar, la madre tuvo que pagar una tomografía de 2500 pesos que no tenía prevista, y eso sin tomar en cuenta el tratamiento y los gastos de hospitalización ni las consecuencias de la lesión que traía la muchachita de sólo 15 años.
Sin duda que las autoridades tienen responsabilidad de lo que ocurre, pero más la tienen los padres de familia que permiten que sus hijos viajen en motocicleta sin casco, placas ni precaución, con finales trágicos como el que le ocurrió al jovencito el pasado miércoles.
Buscando una explicación lógica, en Zapotlanejo es fácil observar en las calles angostas, la gran cantidad de negocios que atiborran el centro de la ciudad y la gran cantidad de autos, camionetas, autobuses y motocicletas entorpecen el flujo vehicular y que simplemente ya no caben.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, hay mucha falta de conciencia en los conductores.
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