+ Celebraciones para atención de los
fieles en San Diego de Alejandría
Por Oscar Maldonado Villalpando
En base a la presencia de los seminaristas misioneros, de los jóvenes comprometidos y de agentes en general, se está llevando un interesante programa religioso que llega a su culmen durante esta Semana Santa en la población.
El campo de la juventud se encuentra especialmente involucrado, después de sus temas propios de la Cuaresma, se disponen a vivir las Pascuas de forma intensa. Por otra parte, los seminaristas y catequistas organizaron un importante Viacrucis, especial para los niños. Así fue este sábado 15 de marzo a las cuatro de la tarde. Oportunamente se hizo la planeación, bajo la dirección del Padre vicario y los seminaristas Chuy y Agustín, que han trabajado a todo vapor.
Así que este sábado, para tomar las vacaciones de Pascua, en el catecismo, los niños vivieron su Viacrucis. Las estaciones se distribuyeron desde el templo del Santuario, por la calle Jalisco, para terminar en la parroquia.
Los niños representaron los cuadros de la pasión, cuidadosamente caracterizados, con ayuda, claro, de toda la familia. Cuando empezó la procesión con el Nazareno, muchas personas participaron, por la calle había, no menos de dos mil almas, algo verdaderamente motivador. Toda aquella gente rezaba, cantaba, meditaba en esos momentos de la vida de Cristo. Y, por lo tanto, también se hacían las aplicaciones prácticas a la vida presente, al compromiso de cada fiel cristiano.
La terminación fue llegando a la plaza y al templo de la Virgen Inmaculada.
Las actividades apenas empiezan en lo más fuerte de este tiempo. Los oficios se desempeñaran, en tres lugares: En la Parroquia, en el Santuario y, con un significado especial, en La Peñita. Aparte se atenderán las comunidades habituales. Incluso se ha pedido ayuda a sacerdotes de León, Gto. que pueden brindar este servicio.
El pueblo cristiano, nuevamente, como es en estos pueblos, participa vivamente. Así vuelven el sentido original de estos días.
III.- Estación del Romancero.
Osculetur osculo oris sui... Cant. 1,1.
Me besó con un beso de su boca.
¡Decidme quién me besó
Con unos labios de fuego..!
Muchas veces he sentido
El ósculo del invierno.
Sus labios -copos de nieve-
Al caer blancos y lentos
Me visten con la pureza
de los glaciares eternos:
son un bautismo de gracia
que me renueva por dentro.
Al llegar la primavera
Florida por los oteros,
la fecundidad despierta
en mis ateridos senos.
Con sus rojas amapolas
¡cómo me cubre de besos
y cascabeles de espigas
y música de jilgueros!
Pero nunca conocí
un beso como este beso:
¡si me ha dejado más blanca
que los altos ventisqueros
y me ha vuelto más fecunda
que los jardines del cielo!
Decidme quién me besó
Con unos labios de fuego.
¡Qué dulce, cuando el estío
con sus labios de aguacero
deja el cauce de mis trenzas
constelado con sus besos,
y mis entrañas febriles
ungidas de refrigerio!
¡Qué triste el beso de otoño,
cuando, al impulso del viento,
besa con sus hojas secas,
la plata de mis senderos
y me deja en la garganta
sabor a muerte y a duelo!
Pero nunca conocí
un beso como este beso
tan lleno de suavidades
de tristeza y de misterio...
Eternos labios heridos,
divinos labios de fuego
que, quemando purifican
y sirven de refrigerio;
labios de Cristo, caído
en el camino tremendo
¿a la tierra, vuestra esclava,
así la tratáis, a besos...?
¡Oh labios, yo no soy digna,
pero... besadme de nuevo!
Así este pueblo, vive este año, con especial fervor el tiempo de la Semana Santa y La Pascua.
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