¿Y usted le cree a Carlos Trejo?

¡Cuáles fantasmas!

+ Ya no me asusta ni el Chupacabras
+ Y el tal Walter Mercado me da risa

Por Fabiola González Ontiveros

En esta ocasión trataré de opinar acerca de los fantasmas y de esas cosas sobrenaturales, de las reacciones de la gente y sobre todo de la manera en que la mente juega con nosotros haciéndonos creer cosas que nada tienen que ver con la realidad.

Hay películas, cuentos, fotos, leyendas y muchísimas cosas sobre este tema y los odio todas porque soy un poco miedosa para esto.

Y a pesar de que mucha gente comparte este miedo que yo siento, los seres humanos somos curiosos por naturaleza, aunque muchos digamos que ya no queremos saber nada de nada, de todas maneras seguimos preguntando.

Nos gusta creer en cosas extraordinarias, y aunque lo tomemos a broma la mente es canija… todo está ésta, por eso hay gente que de verdad se lo cree.

En las reuniones a media noche, cuando se ponen a hablar de fantasmas, espíritus y de las típicas historias de terror, todos los presentes están siempre callados, atentos, imaginando cada detalle de lo que alguien está contando... Y nunca falta el gracioso que suelta un alarido… y claro, estando todos callados, más de uno se lleva el susto de su vida.

En cuestión de sustos siempre hay diferentes reacciones, el que grita y brinca, o el que se engarrota y ya no hay manera de que se pueda mover como el Chavo del Ocho que cuando se asustaba se quedaba tieso hasta que le echaban agua en la cara.

Todos tenemos la idea de que al oír la palabra fantasmas significa que es algo malo, que te quieren hacer daño.

De niños a todos nos asustaron alguna vez con el coco, o con que iba a venir el fantasma de tal o cual persona y nos iba a jalar los pies. En mi caso era el Chupacabras, a pesar de que no sabía ni qué rayos era eso, sólo que dañaba a los animales, era mi terror, lo que no me dejaba dormir, y si dormía tenía pesadillas con ese ser, que según eso recientemente volvió a aparecer. Ahora ya me vale gorro.

A la fecha ya soy un poco más valiente y ya no me asusto tan fácilmente, pero aún no me dan ni las mínimas ganas de jugar por ejemplo a la ouija, y más porque es fácil moverla a tu antojo y hacerles creer a todos los demás que de verdad te están contestando los muertos.

Me parecen increíbles cosas como los exorcismos, no puedo imaginarme cómo es que supuestamente se les mete el chamuco a algunas personas, y aunque me parezca muy raro, aunque sea poquito pero creo en eso, en el bien y el mal, en que hay alguna gente más maldita que otra.

En muchas casas de Tepa se dice que hay fantasmas, que sólo los ven pero no les hacen nada, que sólo juegan con la televisión o mueven cosas pero nada importante.

No dudo que existan pero no he visto ninguno y espero nunca ver uno. Todos disfrutan de esas historias, nos gusta saber de esas cosas, creer en la magia, en cosas como los horóscopos, el tarot, las cartas, la brujería en general, cosa que me parece pura agarradera de tarugos.

Por ejemplo, me da risa que alguien le crea a Walter Mercado, que hasta la fecha todavía no sé si es hombre o mujer.

Bueno, también depende de las creencias de cada quien, hay personas que creen en la brujería, otros que viven para su religión y otros que son un poco de todo.

Dicen que a los que hay que tenerles miedo es a los vivos, esos sí son méndigos, porque los muertos ¿qué te pueden hacer?

Las películas... pues sí dan miedo si están bien hechas, pero no dejan de ser películas, y las que están basadas en hechos reales pueden tener muchas cosas exageradas.

Las fotos… simplemente desde que existe el Photoshop ya no se puede confiar mucho en eso, cualquier cosa puede ser un montaje que se vea casi real.

En lo que te cuentan siempre hay un poco de verdad y un mucho de mentira, porque son temas fascinantes que hacen trabajar de más la imaginación y al rato hay gente como Carlos Trejo que se aprovechan de los que sí creen.

Debo admitirlo, compré el libro de Cañitas cuando estaba chica, porque era la novedad y todo el mundo hablaba de él. Pues bien… fueron los 80 pesos más malgastados de mi vida, un libro mal hecho que habla de puras incoherencias, que no tienen pies ni cabeza. Pero ese señor descubrió que podía hacer negocio con los nervios de la gente ingenua, así que ahora la hace según él de cazafantasmas o algo así, y se presenta en los programas de televisión exponiendo sus múltiples pruebas de que existe lo paranormal, y quien alguna vez lo haya visto en uno de esos programas que son a la hora de la comida me dará la razón de que dice puras mensadas, y lo peor es que le pagan.

Otro es el tal Jaime Maussán, que afortunadamente ya casi no ha salido en ningún lado, con su cantaleta de que los ovnis esto y los ovnis aquello, que si hay vida en otros planetas y que si van a venir a invadir nuestro mundo. Pues que vengan, ni modo, en eso si no creo para que vean, pero si existieran ¿cuál es el problema?. Además, cuál mundo si nosotros mismos nos estamos encargando de destruirlo, así como estamos nos lo vamos a acabar rapidísimos.

La vida es un ratico diría Juanes… y todos algún día, más tarde o más temprano vamos a morir, pero por lo pronto a los que ya pasaron a una mejor vida… Que Dios los tenga de donde no se vengan.

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