¿Y los hermanos en desgracia?




¿Dónde quedó la solidaridad tepatitlense de otros años? ¿Qué pasó con aquellos de “nuestros hermanos en desgracia…”? Digo esto porque ahora la ayuda que solía enviarse a aquellas localidades donde algún fenómeno natural había causado desastres, esta vez ha brillado por su ausencia, por lo menos hasta ahora.

Cada año no falta que en algún lugar de la república se presente una contingencia, causada casi siempre por el temporal de lluvias y por lo general en algún estado del sur del país que es donde pegan de lleno los huracanes dejando a su paso inundaciones, ríos desbordados, casas anegadas, miles de damnificados, millonarias pérdidas materiales y a veces hasta algunos decesos.

Este 2008 no ha sido la excepción y los estados donde se han presentado las contingencias son hasta el momento Veracruz, Tabasco, Chiapas, Chihuahua, etcétera. Hay miles de damnificados que necesitan asistencia y que en este momento ya la están recibiendo, pero no de Tepatitlán.

Normalmente los acopios de despensas y otro tipo de productos como frazadas, ropa, medicinas y otros objetos los organizaba el departamento de Bomberos de esta ciudad. Tal vez ya están haciendo algo al respecto y su servidor no está enterado, pero si es así puedo decir que no le han dado la adecuada difusión por lo que la gente no se entera y luego no coopera.

Las inundaciones causadas por el temporal de lluvias arrasan con las muchas o pocas pertenencias de las familias afectadas, a veces hasta su casa entera se pierde debido a las fuertes corrientes, causan enfermedades gastrointestinales y de la piel al mezclarse el agua de lluvias con los drenajes, letrinas y ríos contaminados; también se pierde lo sembrado y los animales de campo. Se destruyen caminos, escuelas y vehículos.

Esas personas en cuestión de horas lo pierden todo, prácticamente todo su modo y sustento de vida; sólo hay que imaginar que no hay para comer, que toda la ropa y los muebles se perdieron, tampoco hay trabajo porque quizá el agua se llevó los enseres para laborar o arrasó con los caminos y vehículos que servían para transportarse al lugar del empleo.

Los hijos se quedan sin clases, igual, no hay casa ya o si la hay está totalmente inundada e inhabitable. Las enfermedades comienzan a aflorar lo que complica aún más la situación.

Para esta gente cualquier trozo de comida, una botella de agua limpia, una prenda que no importa que sea usada, o medicina que detenga esa diarrea provocada por beber agua contaminada o aliviar aquella infección cutánea, será un gran reconfortante. Es algo que nos cuesta poco o nada pero significa mucho a aquellos que ya no tienen nada.

Tepatitlán no puede quedarse de brazos cruzados. Está bien que este año con lo de los “Zetas”, los atentados, la crisis económica, que el América y las Chivas andan mal, que nos fue mal en las Olimpiadas, que el aniversario de Tepa… que todo lo anterior nos ha distraído, eso es verdad, pero no por eso hay que hacer como que la Virgen nos habla…

Se puede hacer algo por aquellos que están en la desgracia a causa de las lluvias, los “hermanos de otros estados” como gustan llamarles. El que escribe esto poco podría hacer solo, este semanario tampoco podría hacer mucho solo, pero es mejor que no hacer nada y ya veremos de qué manera se hace algo más grande con la colaboración de todos. Esté pendiente…

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