El Obispo y su seminario

Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

Este domingo, día 30 de noviembre, el Seminario de San Juan de los Lagos celebra su día con 355 alumnos.

Pero como el Seminario nos beneficia a todos porque ahí se preparan los futuros sacerdotes que un día no muy lejano atenderán espiritualmente las poblaciones y ciudades de nuestra diócesis o fuera de ella, por tal motivo todos debemos alegrarnos con esta celebración.

Entrevista con el señor Obispo Felipe Salazar

¿Cuál es la misión que realiza el Seminario?

“Al acercarse la celebración del ‘Día del Seminario’, es importante que todos reflexionemos en torno a la delicada misión que realiza el Seminario en el seno de la Iglesia diocesana. Bien sabemos que el Seminario es escuela de comunión donde se revive la experiencia formativa de los discípulos en torno a Jesucristo. El Seminario capacita a los futuros presbíteros, para que una vez recibida la ordenación sean signo eficaz y atractivo de Cristo en el mundo. No obstante las dificultades de cualquier índole, el Seminario sigue siendo un espacio privilegiado para la formación de verdaderos discípulos misioneros.”

¿Qué opina Usted, señor Obispo, de los seminaristas?

“Los seminaristas son un verdadero tesoro eclesial, en ellos está la esperanza de una pastoral vigorosa. Por eso todos debemos sentir como propio el compromiso de promover el nacimiento y la consolidación de nuevas vocaciones para el ministerio. No debemos perder de vista que las vocaciones siempre han sido el fruto de una sólida pastoral de conjunto.”

¿Quiere usted decir algo a los jóvenes?

“A los jóvenes, les pido que estén abiertos a una posible llamada de Dios, con la seguridad de que Dios también sostiene y acompaña a quien responde generosamente. Son grandes los retos del momento presente, pero tenemos la seguridad de que Cristo estará siempre con nosotros.”

Las familias de la Diócesis también esperan de Usted algunas palabras. ¿Qué quiere recomendarles?

“A las familias, y concretamente a los padres de familia, les recuerdo que el llamado de un hijo, es un signo de especial predilección por parte de Dios y una verdadera bendición.

Reconozco su delicada tarea y alabo el esfuerzo que realizan muchos hogares cristianos por mantener vivos los valores cristianos. Recuerden siempre que en esos ambientes es donde nacen nuevas vocaciones.”

Por último, ¿desea añadir algo más?

“Confío nuestro Seminario al cuidado maternal de la Santísima Virgen de San Juan, con la seguridad de que ella seguirá acompañando el trabajo formativo de nuestro Seminario con el mismo amor y entrega con que formó al propio Jesucristo en el hogar de Nazaret.”

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