Vivencias propias

+ Por asustar casi se
convertía en fantasma

+ Contando cucarachas y
oye una dizque llorona


Por José Luis Sandoval

Hola amigos, un saludo a todos los colaboradores y lectores de 7 dias. Pues aquí les traigo una historia más sobre experiencias sobrenaturales. En esta ocasión les platicare de algunos sucesos que me han pasado.

Hace tiempo vivíamos en otra casa, al otro lado para ser más precisos. Esa casa es de la hermana de mi abuela y en el cuarto donde yo dormía era en un segundo piso; contaba con una escalera metálica, la cual obviamente cuando alguien subía se escuchaban los pasos.

Una vez hace tiempo, me desperté, ya pasada la media noche, no sabía qué hora era por lo cual en el momento pensé que eran como las 12 y como a veces en la cocina nunca faltaba quién estuviera levantado, pues en aquel tiempo mi abue tenia cenaduría y yo a veces le ayudaba y otras veces me acostaba temprano, pues tenia que ir a la secundaria y tenia que madrugar.

En aquel tiempo vivían en casa unos ahijados de mi mamá los cuales dormían en mi cuarto. Pues sucede que como les decía, me desperté, así nada mas y no podía dormirme; intentando reconciliar el sueño en un momento escuché unos pasos que se dirigían rápidamente a mi cuarto(por el ruido que se escuchaban de la escalera metálica), y como mi cama estaba cerca de la puerta, me dije: Voy a pegarle un susto al que viene subiendo, pues ha de pensar que estoy dormido y lo tomaré de sorpresa, je,je.

Cuando más o menos supuse que estaba por abrir la puerta, me adelanto, la abro y digo: ¡¡buuuuuuuuuuuuuuu!!! Y como respuesta lo único que recibi fue un helado aire que atravesó mi cuerpo, como si alguien de verdad hubiera pasado y peor, como si me hubiera atravesado, en ese momento me di cuenta que no era media noche, ya era mas de la madrugada, como las 3 mas o menos y ya estaba todo apagado y lógicamente todos dormidos.

Ya se imaginarán el susto que me dio, pues de un brinco ya estaba bajo la cobija rezando un padrenuestro y no se cuántas aves marías, pidiendo al cielo que por favor no me vuelvan a dar otro susto igual o ahí mismo le hacia segunda al fantasmita. Por andar sacando sustos, me lo sacaron a mi. Y nunca lo voy a olvidar.

Y sin duda alguna, nunca he visto nada mas allá de toda lógica, pero sí he escuchado y sentido cosas. También en otra ocasión como aquella vez, me desperté como a la 1 am. Esta vez sí vi el reloj. Ya estaban todos dormidos y recuerdo que hacia un fuerte viento, de esos que parece que arrastran los lamentos de todos aquellos que sufren, ya sea en vida o después de ella. Creo que todos han escuchado ese sonido del viento silbando en los arboles, estrellándose contra las viviendas, casi te habla.

Pues en esas estaba, buscando la manera de dormirme, no hallaba si contar ovejas o contar cucarachas, digo porque las muy descaradas nomás las veía por la pared vagando, como si de fiesta anduvieran y una que otra volaba y caía en mi cama o en mi cara. Opté por contar ovejas, al menos son imaginarias y no tengo que tocarlas. Ya estaba relajándome cuando en el silencio de la noche, el cual solo es roto por el pasar de uno que otro automóvil, escuché claramente el lamento de una mujer, era corto y se escuchaba así: aahhh.

Pero no parecía que proviniera de alguna casa, mas bien parecía que el mismo viento lo arrastraba consigo. No le di importancia e intenté de nuevo conciliar el sueño, cuando de nuevo lo escucho y esta vez mas largo: ¡¡¡aahhhhhhh!!!. Entonces me dije: eso no es bueno, nada bueno. Y de nueva cuenta, pero esta vez más largo y aterrador, como cuando alguien sufre algún dolor: ¡¡ayyyyyyyyyyyyyhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhggggggggggggg!!!. ¡Rayos! Eso sí me asustó, es más, casi apuesto que si salgo y volteo a ver hacia arriba voy a encontrar a ese ser flotando.

Opté por quedarme en la cama y taparme con la cobija, como si la cobija me salvara. Es más, nunca he entendido porque siempre nos escondemos debajo de la cobija, pero dicen que es por instinto, pues nos sentimos seguros, como un bebe que está en la panza de la madre.

Ya no volví a escuchar el lamento, no creo que haya sido la llorona, pues hubiera dicho otra cosa, éste sólo fue un lamento, a lo mejor sólo fue el sonido arrastrado por el viento o algún espectro que solo iba de paso, buscando el perdón.

Bueno amigos, eso es todo por el momento, doy gracias a 7 días por darme la oportunidad de compartir mis relatos, y a ustedes por leer. Les deseo que esta Navidad encuentren dicha y felicidad; lo hermoso está más allá de los regalos y del dinero, no olviden que éste es simple material que puede recuperarse, pero mas allá está la familia, la unión y el amor y es ahí donde esta el verdadero valor de la Navidad.

Feliz Navidad y próspero año nuevo, nos leemos el año que viene, aún tengo mucho que contar.

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