¡Dios Mío! Hace 80 años llegué a este mundo sin poder agradecerte, pero hoy vengo en unión de mis hijos: Raúl Humberto, Zelmy e hijo político, Alfonso y mis dos nietas, Damaris y Yamile, a decirte dos palabras: “Gracias y Perdón”
Gracias por la vida, por tu amor, por mi familia, por el hombre que pusiste en mi camino, y con el cual me realicé como mujer. Por todo lo feliz que he sido y por los días tristes y nublados de mi vida.
Perdón por todas las veces que te he fallado, porque habiendo podido ser mejor, no lo fui.
Por haberme permitido llegar felizmente a esta etapa de mi vida, y con esta sencilla pero muy hermosa leyenda, la señora Dulce María invitó a familiares y amigos a la m
isa de acción de gracias que se celebró el día sábado 14 de febrero en el templo de San Pedro Apóstol en Jardines de Tepa dignándose oficiar la Eucaristía el Sr. Canónigo Don José Hernández Rojo.
Al final de la ceremonia, la feliz festejada en compañía de un buen número de invitados, se trasladaron a la residencia ubicada en Río Santiago No. 1131 en Jardines de la Rivera, que con una agradable y amena recepción festejaron el día y lugar en donde la señora Dulce María recibió innumerables felicitaciones.
Gracias por la vida, por tu amor, por mi familia, por el hombre que pusiste en mi camino, y con el cual me realicé como mujer. Por todo lo feliz que he sido y por los días tristes y nublados de mi vida.
Perdón por todas las veces que te he fallado, porque habiendo podido ser mejor, no lo fui.
Por haberme permitido llegar felizmente a esta etapa de mi vida, y con esta sencilla pero muy hermosa leyenda, la señora Dulce María invitó a familiares y amigos a la m
isa de acción de gracias que se celebró el día sábado 14 de febrero en el templo de San Pedro Apóstol en Jardines de Tepa dignándose oficiar la Eucaristía el Sr. Canónigo Don José Hernández Rojo.Al final de la ceremonia, la feliz festejada en compañía de un buen número de invitados, se trasladaron a la residencia ubicada en Río Santiago No. 1131 en Jardines de la Rivera, que con una agradable y amena recepción festejaron el día y lugar en donde la señora Dulce María recibió innumerables felicitaciones.
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