Por Víctor Manuel Mendoza Ocampo
Una gran cantidad de pequeñines vestidos de diversas formas y representando a la primavera, desfilaron por las principales calles de la ciudad, destacando en los pequeños sus sonrisas en algunos, el cansancio en otros y sus trajecitos que representaban una flor, una fruta o un animal.
La coordinación de las maestras de los diversos kínders que existen en la ciudad y el ingenio de las madres de familia, fue el ingrediente necesario para realizar un desfile lleno de colores y festejar la llegada de la primavera, un desfile que destacó por el colorido de los trajes y por la desorganización de los pequeños, natural en ellos por su corta edad, que sin embargo quienes estuvieron presentes gozaron de estos momentos que cada pequeñín regaló en este día.
Algunos niños destellaban su inocencia en sus hermosos rostros, otros no ocultaban su cansancio y como consecuencia su malestar, sin embargo, estamos seguros que estos jovencitos gozaron salir a la calle y ver que su madre, sus hermanas, se esmeraban en tomarles las fotos del recuerdo, en fin, fue un día soleado, un día como lo exige la primavera, para muchos la mejor estación del año, para otros, simplemente representa la llegada de las flores, del color y del calor.
Una gran cantidad de pequeñines vestidos de diversas formas y representando a la primavera, desfilaron por las principales calles de la ciudad, destacando en los pequeños sus sonrisas en algunos, el cansancio en otros y sus trajecitos que representaban una flor, una fruta o un animal.
La coordinación de las maestras de los diversos kínders que existen en la ciudad y el ingenio de las madres de familia, fue el ingrediente necesario para realizar un desfile lleno de colores y festejar la llegada de la primavera, un desfile que destacó por el colorido de los trajes y por la desorganización de los pequeños, natural en ellos por su corta edad, que sin embargo quienes estuvieron presentes gozaron de estos momentos que cada pequeñín regaló en este día.
Algunos niños destellaban su inocencia en sus hermosos rostros, otros no ocultaban su cansancio y como consecuencia su malestar, sin embargo, estamos seguros que estos jovencitos gozaron salir a la calle y ver que su madre, sus hermanas, se esmeraban en tomarles las fotos del recuerdo, en fin, fue un día soleado, un día como lo exige la primavera, para muchos la mejor estación del año, para otros, simplemente representa la llegada de las flores, del color y del calor.
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