Se fue una personalidad de la Región de Los Altos

Por Oscar Maldonado Villalpando

A la una de la tarde de este día 18 de marzo de 2009. La estación final estaba a la vista. La ola parecía diluir todo su vigor en las arenas de la playa y retornaba mar adentro.

Los signos vitales de este sacerdote y laborioso obispo, se extinguían, empezando el sueño de eternidad.

El lugar de su nacimiento

Su tierra, Jalpa de Cánovas. Gto.

Princesa de dos Reinos, Jalpa de ensueños. Por no perder la riqueza natural del Bajío de Guanajuato, y para vestirse de gala por Jalisco, puso su corazón a media línea, que más bien une que separa, es orgullosamente de Los Altos a donde su alma pertenece, es también de Guanajuato por lo que al cuerpo toca en la parte civil.

La torre dialoga con el firmamento, airosa, galana, altiva, que señala hasta el cielo, que emerge entre la arboleda perfumada y se rodea de las huertas, que además de los frutos del temporal, ofrece los palpitantes del corazón de su gente y de su historia, ella es la más querida, Jalpa. Por su torre Dios baja hasta el edén.

En el templo la cantera tiene corazón de rosa y talle de los nardos.

En el trono, los brazos en cruz, reina El Señor de la Misericordia, objeto de los grandes amores de este pueblo y sus alrededores. Imagen hecha de dolor y sangre, de ojos tornados, de expresión tremenda: nivel y presupuesto del amor. Jalpa es casa de fe y de bendición

Muy de mañana

Sus padres: Francisco Rojas y doña Severiana Mena.

Nació a las tres de la mañana, el día 21 de junio de 1917. El mayoral de Jalpa era don Francisco Rojas. La familia era completada por 11 hermanos: Consuelo, Luz, Julia, Francisco, Isabel, María, María Guadalupe, Jesús, María Dolores, María Concepción, Josefina. En Jalpa estudio las primeras letras. Se aficionó a las cosas del campo: Caballos y carreras, los toros bravos.

Vino el Señor hasta Jalpa…

Vino de mil formas. Jalpa levantaba un hermoso templo estilo gótico alemán. Llegó un sacerdote bendecido, Pedro González, líder social, este gran sacerdote fue el padrino de la primera comunión del pequeño Luis Rojas; el padre se fue con los muchachos a luchar por la más bella de las libertades, la de conciencia, el 1º de enero de 1927.

El padre José Rojas, lo invitó al seminario y Luis se atrevió, el 1º de noviembre de 1030, no lejos de la cristera, a los doce años. Lo recibió don Margarito Ortega, en San Juan de los Lagos, bajo el manto de la Virgen del Padre Segovia. Un gran amigo fue el padre Juan Pérez Gallegos, de San Diego de Alejandría, se acompañaron en los días hermosos del seminario, se han querido por siempre.

Enviado a Roma a estudiar teología. Allá lo tomó la II guerra mundial. Regresó. Hubo un amanecer dichos en el cielo tapatío. El 31 de marzo de 1945, de madrugada también, fue ordenado sacerdote por manos de don José Garibi Rivera. Su primer destino fue a San Juan de los Lagos como superior del seminario y ecónomo de la Basílica. Y de ahí fue pedido para ir a la diócesis de Saltillo como rector del Seminario.

Fue nombrado párroco de Tala. Antes de 1968 párroco de Lagos de Moreno, las enfermedades lo hicieron encontrar el cariño al Santo Niño de la Salud que de ahí, caminó a su lado.

El 11 de mayo de 1968 fue nombrado obispo, para Culiacán, por S. S. Paulo VI. El primer Cardenal Mexicano lo consagró el 16 de julio de 1968 en la catedral de Guadalajara. 26 años de labor episcopal.

Desde 1995, se refugió en su tierra, Jalpa, en la casa paterna, se han ido, poco a poco todos sus hermanos. También vivía en Guadalajara. 92 años de vida, 63 de sacerdote, 40 de obispo
De un año para acá emprendió el camino del dolor. El día 9 de enero de 1009, ingresó al Sanatorio San Francisco. Parecía que superaba esta prueba. El 21 de febrero quiso ir a su casa a recuperarse, pero hubo que volver. El viernes 13 de marzo de 2009, tuvo un accidente vascular, lo estaba tolerando, nunca perdió su fortaleza. Pero sus signos se iban desplomando. Siempre estuvo conciente. El día 17 de marzo se anunciaba el final. Los invitó a ir a Tala, a sus cuatro acompañantes fieles, a celebrar la misa, le decía que prepararan las cosas. Y por fin ya está en ese convite celestial, 18 de marzo de 2009 a la una de la tarde. Su cuerpo ha ido a Tala este día 19, a las 12 del día, Jalpa lo recibe el día 20 a las doce, en su tierra, en su templo, en el regazo del Señor de la Misericordia.

La misa iniciada por el Obispo Felipe Salazar, quien después de saludar, pasó a retirarse. Presidió el señor obispo J. Trinidad González, como delegado por el Señor Cardenal. El obispo Leopoldo González leyó el mensaje de La Sana Sede, de condolencia, firmada por el Cardenal Bertone. Así mismo comunicó la condolencia de todo el episcopado mexicano. Predicó Monseñor Ramiro Valdés, Vicario General de Guadalajara. Los restos se inhumaron al lado derecho de la puerta del templo. Participaron 7 obispos y casi 50 sacerdotes.

Descanse en paz don Luis Rojas Mena.

Publicar un comentario

0 Comentarios