¡Que se caaasen!


En el pueblo donde nací había y hay un llamado Seminario Menor, donde se cursa la primera parte de los estudios para ser sacerdote católico -digamos que el equivalente a la secundaria y preparatoria- y los últimos grados se estudian en un Seminario Mayor que normalmente está en las capitales de los estados y en algunas sedes de las diócesis, es decir, desde donde gobierna un obispo el territorio que le toca.

Dicho seminario fue fundado a principios del siglo pasado por uno de los sacerdotes que poco después serían perseguidos y asesinados a causa de la llamada Guerra Cristera, y que a partir de su muerte serían considerados mártires por la Iglesia que recientemente los declaró santos. Se llamaba Cristóbal Magallanes, había nacido en una ranchería del mismo municipio, estudió para sacerdote en Guadalajara y regresó a su pueblo como párroco, es decir, como señor cura, y lo primero que hizo fue fundar el seminario. Era por ello muy respetado y querido en la población.

Y como en aquel tiempo y casi hasta finalizar el siglo no había en qué trabajar, no sólo en ese pueblo sino en toda la región del norte de Jalisco y el sur de Zacatecas, como no fuera en el campo sembrando y cultivando maíz del que algo se cosechaba si es que llovía, al terminar la primaria los jóvenes, o se iban a trabajar a Estados Unidos o entraban a estudiar al seminario (ahora ya hay secundaria y preparatoria pero hasta la década de los 60 no), razón por la que hay muchos sacerdotes originarios de aquella región. Incluso a mí me encerraron un año ahí para terminar la primaria, el sexto grado me lo tuve que chutar levantándome a las 5 de la mañana para bañarme con agua fría, dizque para ver si me gustaba la vida sacerdotal y seguía mis estudios ahí. ¡No ni madres!, me entregaron mi certificado de la primaria y salí por piernas. Imagínese, hubiera sido yo un cura pederasta, de por sí dicen que ya tengo la cara...

Y por ese motivo también llegaban al pueblo muchos alumnos del Seminario Mayor de Guadalajara, cada año un montón para pasar unos días de vacaciones, y durante todo el año permanecían ahí cerca de una docena (ya casi curas) para dar clases tanto en el seminario como en el colegio donde cursé los primeros cinco años de la primaria; y luego regresaban ya siendo sacerdotes y obispos. Y como mi papá, aunque era muy pobre, era medio intelectualillo, le gustaba mucho leer y sabía según él de todo, hizo amistad con muchos sacerdotes y futuros dignatarios de la iglesia, y ya viejo me platicaba que el obispo fulano y que el arzobispo zutano...

Y llego, por fin, al tema de este comentario. Me platicó que en una ocasión le preguntó en confianza al que hasta hace unos años fue obispo de Acapulco, cómo le hacían los sacerdotes para cumplir con el voto de castidad. Porque de los otros, pues el de obediencia está fácil, y el de la pobreza, de por sí muchos entraron al seminario porque su familia estaba bien jodida, ya estaban acostumbrados (aunque éste tampoco lo respetan muchos, sobre todo cuando llegan a ser jerarcas), pero la falta de sexo...

"¡Ay Andrés -decía mi papá que le contestó el señor obispo- no te imaginas la chinga que es eso. Es terrible, somos humanos y tenemos ganas... nos bañamos todos los días con agua fría, en la mañana y a la hora que sea necesario para calmarnos las ansias, hacemos mucho deporte, mucho ejercicio para sacar la energía; pero es muy difícil, nos cuesta mucho trabajo. Y luego nunca falta una chingada vieja caliente que nos manda Satanás a decirnos cositas en el confesionario, que si nomás tantito, que si nadie se va a enterar... no no no. Y con tantito que ceda el cura ya se fue todo al carajo, por eso hay tantos sacerdotes que caen. Es muy difícil Andrés, aguantarse es algo muy feo que no se lo deseo a nadie..."

El hermano del presidente de Paraguay, Fernando Lugo -ex obispo católico a quien ya le dicen que es el papá de todos los paraguayos porque van tres parejas y tres hijos que le aparecen, engendrados algunos antes de renunciar al sacerdocio-, dijo más o menos lo mismo, que su familiar es un ser humano y que sufría mucho a causa de ese voto de castidad que había hecho al ser ordenado sacerdote, que por eso no se aguantó y tuvo relaciones sexuales con varias mujeres. Si ca... empezando por una chamaca de 16 años -¡qué poca madre!- que fue la primera que lo denunció hace unos días.

¿No será tiempo ya de que la iglesia católica modifique sus cánones y les permita casarse a los sacerdotes? Todo esto a propósito del escándalo que estalló esta semana en la ciudad de Xalapa donde vivo. La Procuraduría del Distrito Federal capturó a siete presuntos pederastas involucrados en una red nacional de difusión de pornografía infantil a través de internet, entre los aprehendidos se encuentran un empleado de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la ciudad de México y un sacerdote de Veracruz. La dependencia informó que confiscaron unas 100 mil imágenes y videos de abuso sexual a infantes entre cero y 10 años.

Eso decía el jueves la noticia, agregando que la investigación comenzó con el rastreo de un correo electrónico perteneciente al empleado de la Cancillería, desde donde hacía contacto con otros consumidores y distribuidores de pornografía infantil, él fue detenido el 22 de marzo en la colonia Escandón, y otros implicados fueron capturados en Hidalgo, Puebla, Aguascalientes, Veracruz y Yucatán. Rafael Muñiz, arrestado en Xalapa, se dijo inocente y afirmó que es sacerdote de la parroquia de San Pedro Apóstol.

Al respecto la arquidiócesis de Xalapa dijo ese mismo que mientras estén en curso las investigaciones no existe delito en contra del padre Rafael Muñiz. El padre Quintín López Cessa, vocero de la Arquidiócesis, dijo que las autoridades investigan su equipo de cómputo para ver si verdaderamente operaba en la red de prostitución.


Por eso el padre Quintín demandó a las autoridades comprobar las acusaciones contra el sacerdote, y a la ciudadanía y a los medios de comunicación esperar el resultado final de las indagatorias. “Siempre que hay una cosa de estas -dijo- es escandaloso. Lo que nosotros decimos es que esperemos los resultados, las cosas están en manos de las autoridades, ellos están siguiendo el proceso, vamos a esperar los resultados”.


También habló el subprocurador de Justicia quien rechazó que haya en Xalapa una red de pornografía infantil, y afirmó que la detención del sacerdote Rafael Muñiz se debió a una “afición personal” por ver esas imágenes. Prácticamente lo deslindó de la red de prostitución infantil.

Bueno, si es como dice el subprocurador -que debe estar bien enterado del asunto-, el padre Rafael Muñiz tendrá que ser puesto en libertad, porque si van a meter a la cárcel a todos a quienes les gusta ver mujeres encueradas o escenas de sexo explícito en internet, pues no van a caber en las cárceles, y el que esté libre de mota que tire la primera bacha. Claro que no está bien que un padrecito ande viendo esas cosas tan feas, pero como quiera no es lo mismo que nomás las vea y se aliviane él solo, a que les cause daño a otras personas y muy especialmente a menores de edad, lo cual sí es un delito y grave. No es lo mismo Juan Domínguez que no me chingues.

Por lo pronto entre la feligresía católica de la parroquia de San Pedro Apóstol existe gran consternación por la aprehensión del sacerdote, y algunos grupos amenazaban con emprender manifestaciones de protesta para exigir su liberación, la primera, según anunciaron, sería ayer viernes a las 9 de la mañana.

Hijo de su...

El que no se midió fue el obispo Leopoldo González, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien no sólo desestimó las acusaciones en contra del padre Muñiz, sino que -según la nota de El Universal- justificó a los pederastas y dijo que esta debilidad, pecado y delito, hace ver "más humanos" a los sacerdotes.

"Dijo que aún no concluyen las investigaciones de la Procuraduría capitalina y que no consideran como un foco rojo este tipo de conductas dentro de la Iglesia. A pregunta expresa de si estas acciones alejan a la feligresía, el también obispo auxiliar de Guadalajara dijo: "Al contrario, entre más humanos nos vean más nos van apreciar".

Este obispo es un cínico, porque no debe ignorar las palabras de Jesús al que dice servir: "¡Ay del que escandalizare a uno de estos pequeñuelos!, más le valdría atarse una rueda de molino al cuello y arrojarse al mar”; debe conocerlas, debe saber exactamente en qué parte del Evangelio están, y debe saber lo que es escandalizar a un niño, sin duda sabe lo que es la pederastia. Más que un cínico y obispo, es un hijo de p... de los que tanto daño le hacen a la iglesia católica.

Repito, ¿no será tiempo ya de que la iglesia les permita casarse a sus sacerdotes?

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