Lo inevitable

La muerte. Según la Real Academia es la cesación o término de la vida, pero también acepta, según el pensamiento tradicional, que es la separación del cuerpo y el alma. Millones de muertes ocurren al año pero con suerte sólo nos importan unas cuentas o a veces ninguna en varios años, que no es sino hasta que fallece un ser querido.

Hay distintos tipos de decesos y maneras de reaccionar ante estos; se me viene a la mente aquella mujer que agonizó por varios días tras haberse expuesto al fuego, lo que afectó de manera notable a sus familiares por la forma como se dieron los hechos. Este semanario dio cuenta de este incidente y la forma como lo publicó molestó a varios de sus allegados, quienes nos reclamaron de varias formas y hasta la fecha nos siguen dedicando uno que otro comentario en nuestro blog de 7 días.

Por otra parte están los que reciben con serenidad la noticia, pues dicen que ahora su ser querido ya está descansando y que se encuentra mejor que cualquiera que los que seguimos en la vida. Hace unos días a un amigo mío se le murió su papá, pero mi amigo se veía tranquilo y hasta se daba tiempo para sonreir al recordar alguna anécdota chistosa de su padre. Le pregunté si su papá estaba enfermo porque tenía tiempo sin verlo, me dijo que no, que estaba prácticamente sano de todo y recientemente había ido al médico quien no le había encontrado alguna dolencia.

Continuó mi amigo diciendo que su papá simplemente le sobrevino al estar durmiendo un infarto al corazón; pero él siempre quiso morir así, en su cama sin ninguna preocupación ni sobresalto y bien con todo el mundo, además ahora él está donde desde un principio quiso estar y jodidos los que todavía seguimos acá y que nos queda mucho por delante si queremos irnos en paz y satisfechos de este mundo.

¿Qué hay después de la muerte? Según la doctrina católica que me rige a mí y a la mayoría de los que vivimos en esta región, tras el fallecimiento al alma le espera la vida eterna, buena si nos portamos bien en vida, mala si no fue así o un tiempo indefinido en el purgatorio si alcanzamos a arrepentirnos de nuestros pecados.

Yo siempre he pensado, si nos cansa una película muy larga por muy buena que esté, una fiesta muy divertida pero ya está amaneciendo y el cuerpo necesita reponer energías, nuestro platillo favorito pero el cual llevamos días comiéndolo, ¿no nos cansará una buena vida eterna? (de la mala mejor ni hablar). Yo le comenté lo anterior a una sicóloga conocida mía y me dijo que no me preocupara por eso y dejara de pensar así, que ella no tenía una respuesta adecuada, pero podría acudir con un sacerdote y él sí sabría responder mis inquietudes.

Bueno, no he ido con el cura; si bien esa pregunta a veces me aterra, me consuelo con saber que para allá vamos todos y no será un problema mío sino de millones más. Pero si me preguntaran cómo quisiera que fuera el paraíso sí que tengo una gran lista con qué responder, como el que estén las comidas y bebidas que tanto disfruté y disfruto en la tierra, que estén aquellas personas con quien la pasamos tan bien pero que ya se adelantaron en el camino, como mi abuelo, igual, que estén las mascotas que tuvimos de niños y que murieron a los pocos años, etcétera.

Dicen que los rezos y misas que se hacen en nombre del que falleció, es para que su alma logre salir más pronto del purgatorio y así encontrarse con el Creador. Creo que siendo así podría yo pedirles a los del Yunque que me hagan un favor, si lograron arrimarle miles de votos a Cecilia González entonces podrían lograr para mí algunos cientos de oraciones y a cambio les ofrecería yo diría en el paraíso que en la extrema derecha panista (¿o priísta?) todos guardan los mandatos de la religión, que van a misa y se confiesan todas las semanas y por lo tanto ni siquiera merecen ser juzgados sino pasar directamente al cielo.

Mejor no; acabo de recordar que los yunquistas sólo jalan para el lado que más les convenga y no necesariamente por la casa. Capaz de que les pido que me consigan oraciones, pero entonces estaré muerto y no me enteraría si los del Yunque me traicionan y en vez de rezos me consiguen conjuros para irme al infierno; después de todo los del 7 días les caemos mal...

Un abrazo a mis amigos Rocío, Horacio y Juan Pablo, quienes ya perdieron a sus padres. Y otro abrazo muy especial a mi padre quien ya no tiene a ninguno de sus progenitores pero los sigue recordando con mucho cariño, igual que nosotros.

Publicar un comentario

0 Comentarios