¿Sociedad mexicana podrida?

¿Sociedad mexicana podrida?

Por David Jáuregui


Hay un cuento que pretende ser un chiste el cual menciona lo siguiente: Dios creó al mundo y durante esta creación mencionaba quiénes iban a ocupar los lugares y zonas del mismo, al llegar a lo que es México, Dios dijo: En esta tierra habrá bosques, agua, recursos naturales de sobra, oro, plata, extensos mares y ríos, etcétera; de pronto fue interrumpido por otro ser celestial el cual le pregunta: ¿Por qué a ellos les das todo y en otros lugares prácticamente nada? Dios le contestó: Bueno… para habitar dicha tierra también les estoy dando a los mexicanos para compensar tanto bien.
Esto viene a colación por la situación que desde hace muchos años prevalece en nuestro país, a pesar de ser una nación rica en recursos existe una permanente crisis económica, crisis de valores éticos y morales, de confianza, de una costumbre y tradición de corrupción de gobernantes y autoridades de todos los órdenes del estado mexicano, situación principal que no permite el avance de la población en general, de un valemadrismo crónico de la sociedad en general en casi todos los asuntos, ya no existe una convivencia armónica entre vecinos, comunidades, de respeto hacia las autoridades, hacia el medio ambiente y la conservación de los mismos recursos naturales; una inercia de descomposición que nadie se atreve a cambiar, menos aún los políticos, sin importar el origen o partido de estos últimos, aunque han sobresalido los del PAN por ser en los últimos años el partido gobernante que además ha sobresalido por su criterio mercantilista en casi todas las decisiones de gobierno.


Para ellos todo es motivo de privatización y de negocio, obviamente incluyendo lo respectivo a los recursos naturales supuestamente protegidos, esta descomposición social integral no es nada más de los gobernantes, abarca a cualquier ente o campo social, religión, empresas, familias, leyes, derechos, obligaciones, escuelas, incumplimiento hasta de las reglas más elementales de las relaciones humanas y de convivencia y una muy larga lista de hechos y dichos que demuestran esta espiral de descomposición social que sólo nos lleva a los límites de la degradación y hasta en riesgo la misma sobre vivencia de la especie humana.

La finalidad de la presente no es de pesimismo fatalista, más bien pretende ser un aviso más, dentro de todo un universo de advertencias de que urge modificar actitudes y enfoques, de la sociedad como tal y principalmente los que nos gobiernan incluyendo muchos “líderes” de opinión como: altos jerarcas religiosos, periodistas conocidos que tratan de engañar a sus lectores ocultando o desviando la atención de los verdaderos problemas que nos agobian como sociedad, obviamente y principalmente a los gobernantes y autoridades los cuales son electos para representar y administrar lo público con transparencia, honradez y con la única finalidad de beneficiar a la mayoría de la población.

Detalles de la decadencia: actualmente cualquier gobernante se vuelve un profesional de la simulación y la mentira, se les escucha como verdaderos paladines de la democracia y de la transparencia, incapaces de abusar de sus puestos públicos, contrario a esta imagen de los políticos esta la realidad, los hechos, imposiciones, evidentes corruptelas, cinismo descarado, ineptitud derrochadora, demagogia, intereses obscuros y materiales, nula compatibilidad entre los supuestos objetivos de gobierno y los hechos y acciones de gobierno, inequidad y favoritismo en la aplicación de los bienes públicos.

Simplemente los gobernantes actuales son los prototipos de la doble moral, de las falsas apariencias, expertos en el engaño y en el discurso, gente preparada y educada para simular y engañar, magistrados, diputados, gobernantes en general, muchos supuestos líderes en los diversos campos sociales, como sería un alto jerarca de la iglesia, de siempre más dados al roce social-político que en aplicar la “palabra de Dios”, en favorecer a los gobernantes en turno, más si estos los favorecen con el regalo de recursos públicos, que en cuidar la imagen de la misma Iglesia, al igual que los partidos políticos en cámaras legislativas, encubrimiento de infractores penales como son pederastas o, al igual que los políticos, en resaltar su imagen en la emisión de artículos conmemorativos de algún evento religioso o de aparente destino o construcción para la misma iglesia, por ejemplo: la emisión de monedas conmemorativas con la imagen del Cardenal Sandoval Iñiguez para supuestamente recabar fondos para la construcción de El Templo de los Mártires, en lugar de la imagen de los mismos mártires, la anulación de matrimonios de verdaderos corruptos como Fox y Martha Sahagún que tanto los benefició en su momento, caso especifico del otro Cardenal Norberto Rivera, protección descarada del exsacerdote Aguilar acusado de múltiples abusos sexuales contra menores, protección de otros altos jerarcas religiosos que han delinquido como el asunto del fundador de Los Legionarios, etcétera, otros “líderes” como son algunos empresarios y personajes públicos como actores, escritores, etcétera, más dados a obtener y acaparar ganancias que en repartirlas, aún en contra de sus trabajadores, hoy en día cualquier asunto que se mencione es controversial entre los dichos y los hechos mas tratándose de acciones de gobierno y de la gente con poder económico y político.

De la decadencia de la sociedad en general lo vemos hasta en asuntos tan simples como es la convivencia entre vecinos, la tira de basura en calles, en el valemadrismo y descontrol del fecalismo de supuestas mascotas en la vía pública, en la escasa participación e información de la gente en asuntos importantes como es la política, de lo que hacen y deshacen los políticos, en que la palabra dada en cualquier asunto ya no tiene valor, ahora sólo el “papelito habla” y muchas veces ni eso, en la actitud irresponsable de muchos ciudadanos en sus trabajos como son chóferes de transporte urbano, burócratas, en los servicios públicos en los cuales la atención y la cortesía brillan por su ausencia, en la tala indiscriminada de árboles por razones pueriles como son “me tapa la fachada”, “me ensucia mucho la banqueta”, etcétera, en el desperdicio de agua en donde mucha gente continua regando banquetas entre otros desperdicios, en los pésimos servicios de mantenimiento y de asistencia en fugas de agua, plagas en zonas arboladas y que por parte de los ayuntamientos les es más fácil tirar el árbol que en cuidarlos, permisividad de grupos contrarios a lo que entendemos como normal, graffiti, leyes contradictorias, permisividad a empresas para explotar indiscriminadamente a clientes y empleados, mas marcado como son los bancos, empresas agropecuarias, maquiladoras, etcétera, en donde la STPS (Secretaria del Trabajo) sólo existe como bolsa de trabajo para burócratas del mismo partido político que para atender con imparcialidad y justicia a los trabajadores, situación similar a la CNDH y sus equivalentes estatales, la CONDUSEF la cual le pide permiso a los bancos para ver si pueden atender algún problema de algún usuario víctima del agiotismo tolerado a estas instituciones, etcétera.


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