Autobuses de la zona norte del país como Sinaloa, Sonora y de otros estados como Colima, San Luis Potosí, así como de Jalisco pero sobre todo compradores de Guadalajara se han dado cita en estas ultimas semanas en Zapotlanejo, el objetivo: comprar ropa para llevar a sus lugares de origen.
Hasta el momento la derrama económica ha sido incalculable, ya que se han beneficiado no sólo los fabricantes de ropa sino también los que venden comida, desde el pequeño puesto de aguas frescas hasta los restaurantes, los “diableros”, chicleros, hoteles y no se
digan los que rentan un espacio para estacionarse.El pasado 13 de diciembre prácticamente se colapsó la circulación vehicular por la entrada a los arcos de esta ciudad, por vehículos que venían de Guadalajara; los agentes de tránsito tuvieron que cerrar esta entrada y mandar los autos a que ingresaran por la glorieta, los espacios para estacionamientos estaban totalmente llenos, rebasando su capacidad.
Las chicas que por lo general atienden los negocios de ropa en esta ciudad definitivamente pasaron unos días muy pesados ante el mar de gente que tenían que atender prácticamente todo el día y ya entrada la noche, para complacencia de sus patrones que por fin vieron la suya en este año tan difícil para el comercio aquí en Zapotlanejo.
Sin duda que todo los cambios en la imagen de Zapotlanejo que llevó a cabo la actual administración y el avance en sus proyectos que han resonado fuertemente en todo el país ha hecho que la gente vuelva otras vez la mirada a este municipio que ha sido siempre uno de los principales fabricantes de ropa.
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