Podrán estudiantes copiar en el examen tranquilamente

+ Aunque el profesor los descubra no podrá hacer nada al respecto

El Universal.- Uno de los sueños del mal estudiante lo ha hecho realidad la Universidad de Sevilla. A partir de este año, el centro hispalense ha decidido que los estudiantes que sean sorprendidos con un “acordeón” durante un examen podrán terminar éste a pesar de la opinión del profesor. Según el director de Comunicación de la Universidad de Sevilla, José Álvarez, se trata de “una norma garantista para evitar posibles abusos y arbitrariedades contra un derecho fundamental del universitario como es el de poder examinarse”.

Se trata de una medida que sienta precedente en las facultades españolas. La Universidad de la capital andaluza se ha convertido en el primer centro público español que ha regulado normativamente qué hacer cuando un profesor sorprende a un alumno copiando durante un examen. El alumno puede seguir con la prueba, aunque sea descubierto, sin ser suspendido de forma inmediata, ni ser expulsado del aula, y más tarde será una Comisión de Docencia del Departamento la encargada de analizar la situación caso por caso. Esta Comisión de Docencia está formada por tres representantes de los alumnos y tres representantes de los profesores.

Los profesores podrán retener, sin destruir, cualquier objeto material involucrado en una incidencia, los populares “acordeones”, por ejemplo, dejando al estudiante constancia documental de este hecho e informando del mismo a la comisión de docencia. En este cupo no se incluyen los móviles, por contener datos personales, pero en éste y otros procesos el informe del docente podrá incluir la declaración de testigos.

La regulación no será tan benévola con las personas que con su comportamiento distorsionen o violen el silencio de sus compañeros durante el examen. En este caso el profesor si podrá expulsar al alumno del aula.

La asistencia no es “indispensable”

Otro aspecto de la normativa, y no menos importante, es que para los alumnos no será “requisito indispensable” la asistencia a las clases teóricas para aprobar. Como la Universidad de Sevilla aprobó que los créditos no fueran exclusivamente presenciales, un maestro puede tener en cuenta la asistencia a clase de un alumno pero no lo puede suspender por no ir. Sin embargo, para las prácticas esta posibilidad no está contemplada.

Estas decisiones han sido celebradas por el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus) asegura que esta “medida “evita los suspensos arbitrarios” y lo “mejor” es que “democratiza el proceso por el cual un alumno es sancionado o amonestado, ya que ahora no será un único profesor el que tome esta decisión, sino una comisión”.

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