Cumpleaños 125 de San Diego de Alejandría

Por Oscar Maldonado Villalpando


San Diego de Alejandría, Jal.- El estado libre y soberano de Jalisco, quizá entonces más soberano y libre, más extenso, elevaba a Municipio, la población de San Diego de Alejandría, así reza claramente el documento correspondiente. Así se membreta: Francisco Tolentino, Gobernador Contitucional… del mencionado estado, a todos sus habitantes hago saber”. E igualmente al mundo y a la historia. San Diego de Alejandría, sus laboriosos y nobles lugareños obtenían, no sin denodado esfuerzo, su nombramiento.

Eran las postrimerías del siglo XIX. La situación estable, a manos del “Jefe Máximo”, Don Porfirio Díaz, parecían favorecer el sistema de esta población, en particular, haciendas, propietarios pudientes y emprendedores, pueblo trabajador.

Se pondera en ese tiempo el comercio, no faltan memorias que afirman que se tenía un movimiento económico comparable al de San Francisco del Rincón. ¡Los lados de la historia! Dicen de algunos pueblos que en ese entonces de 1885, eran apenas pequeñas congregacines de vecinos, ahora importantes centros humanos. Un domingo en la plaza de San Diego de Alejandría, que antes era nombrado Puesto de La Laja, un domingo era un día de gran actividad: comercios de mil cosas referentes al consumo del hogar, del campo, del ganado, de la arriería. “Bajaban los rancheros” al templo, a la misa de doce, porque, en ese entonces, los ranchos de esta región estaban plenamente abastecidos, es decir, habitados y trabajando al máximo. Las mismas tierras de hoy, eran trabajadas intensamente a la inspiración del “Alabado Viejo”.

Tiempo de leyendas, de devociones entrañables.

“Calles del Barrio de Abajo
encharcadas de misterios,
calles de rimas sonoras,
empedradas de luceros.

Calles que guardan pisadas
de los tiempos que se fueron,
con tostones enterrados
y grillos que cantan recio”…

La historia guarda a los hombres esforzados que dieron realce a la población con su esfuerzo. Así ha quedado en el libro “Cruz de Piedra”, Bendición y destino.

Al menos, es justo mencionar el primer ayuntamiento constituido así el 1 de enero de 1886: Presidente Casiano Valdivia, hijo del prohombre don Jun Nepomuceno G. Valdivia, regidores: Espiridión González, Ramón López, Alberto López Lozano, Sebastián López, Valentín López. Suplentes: Mariano Murillo, Refugio Maldonado, Magdaleno Mena, Crecencio Maldonado, Francisco López, Manuel González.

No es vivir en el pasado recordar prospectivamente estos serios acontecimientos de la historia. Pero también sabe y da untura al espíritu mirar adentro de nosotros mismos, buscar lo que somos y de dónde venimos:

“Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al primer muerto nunca lo olvidamos,
aunque muera de rayo, tan de prisa
que no alcance la cama ni los óleos.

Hoy recuerdo a los muetos de mi casa.
La que murió noche tras noche
y era una larga despedida,
un tren que nunca parte, su agonía.

El que se fue por unas horas
y nadie sabe en que silencio entró”…
(Como dice Octavio Paz en su Elegía Interrumpida)

Somos ese pasado también, pero somos más bien un presente cálido, un futuro que promete tiempos mejores. Somos esta esperanza.

Por eso este día 28 de febrero de 2010, Año del Centenario y del Bicentenario, San Diego de Alejandría, estará de fiesta, estará celebrando su cumpleaños 125 como Municipio de Jalisco.

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