Rampante incultura
No pocas veces han reclamado a un servidor o algún compañero porque usamos en nuestras publicaciones palabras supuestamente inapropiadas; hasta nos tratan de burros, ignorantes y pendejos y por nada del mundo se les puede hacer ver que ellos están en el error.
Hace algunos años, una mujer que ahora es esposa de un importante funcionario público de la actual administración, mandó a publicar una condolencia y tras verla en la edición ya impresa puso el grito en el cielo pues según su criterio, habíamos fallado en la concordancia entre el sujeto y el adjetivo, pues habíamos puesto "La pérdida del hombre, acaecida en...", pensando la muchacha que "acaecida" correspondía a "hombre" y por lo tanto debía haberse escrito "acaecido".
Lo que ignoraba la mujer es que "acaecer" significa "suceder" y no "fallecer" o "morir" y por lo tanto estaba bien utilizada la palabra en la condolencia de marras. Aún así la chica no quiso entrar en razón y hasta exigió que se le hiciera un descuento por el supuesto error que cometimos.
Otra ocasión fue aquella en que un encabezado en una nota de sociales rezaba: "Bodas de lata de...". Los aludidos en dicha nota llamaron para quejarse sobre el vocablo "lata", imaginando por dicho término que se demeritaba la boda, nos referíamos a ella peyorativamente o sepa Dios qué se habrá imaginado, por lo que les contestamos a los quejosos que con gusto publicaríamos la aclaración pero igual sería bueno que ellos investigaran los aniversarios de bodas y sus correspondientes materiales con los que se simbolizan.
Otro caso que se me viene a la mente fue cuando hace poco utilizamos la palabra "soberbio" para referirnos a un enlace matrimonial. Varios dijeron que somos unos burros e ignorantes y faltos de respeto hacia la pareja por haber utilizado tal vocablo. Una señora incluso llamó enfurecida a la redacción de 7 días para sugerirnos que consultáramos un diccionario y viéramos qué chingados significa la palabra soberbio o soberbia.
Por lo menos yo ya lo había hecho sin que me lo sugirieran, pues desconozco lo que significan la totalidad de millones de palabras que tiene nuestro idioma español y en 7 días no tenemos uno sino varios diccionarios, además de contar con la versión electrónica de la Real Academia Española de la Lengua, misma que está disponible de forma gratuita para todo aquel que tenga una computadora con internet, en la dirección http://www.rae.es/
La Real Academia dice lo siguiente:
soberbio, bia.
(Del lat. superbus, infl. por soberbia).
1. adj. Que tiene soberbia o se deja llevar de ella.
2. adj. Alto, fuerte o excesivo en las cosas inanimadas.
3. adj. Grandioso, magnífico.
4. adj. Dicho ordinariamente de un caballo: Fogoso, orgulloso y violento.
La primera definición no podría aplicar a una boda, pues no podemos imaginar como un enlace matrimonial tiene soberbia y lo que es peor, se deja llevar por ella.
La segunda definición aplica para objetos inanimados, que son las piedras, árboles o cualquier cosa que no se mueva ni tenga vida.
La tercera definición, donde se da a entender que algo es grandioso o magnífico, podría aplicarse perfectamente a una boda.
La cuarta definición que habla de caballos, está por demás explicarla.
Y así, vemos con tristeza como nadamos en el mar de la incultura y la ignorancia, quizás debido a una falta de preparación propiciada por un deficiente sistema educativo en el país.
Pero bueno, el chiste no es seguir sumidos en la miseria de conocimientos, sino superarse día con día así tengamos 20, 30, 40 o más años de edad.
Ya casi marzo
y todo sereno...
Vino enero y se fue, llegó febrero y ya se está yendo, queda nomás marzo, que es lo único que le queda a las autoridades o a quienes vayan a organizar las fiestas de abril, para poner manos a la obra, pues abril viene junto con la Semana santa y esos días nadie hace nada y menos organizar fiestas.
No se ve mucho movimiento, sólo la llamarada de petate de haber quitado al Puma de la concesión del núcleo y la designación de las candidatas para el certamen Tepabril.
Pero fuera de eso nadie sabe quién se encargará ahora de administrar el núcleo, quién organizará el palenque de gallos y su programa artístico, quién hará el baile de feria y qué artistas traerá. Nada de nada.
Por ahí dicen que el ayuntamiento sólo ha estado removiendo nombres para poner otros, pero afines y de la confianza de la gente que gobierna, en otras palabras, "quítate tú para ponerme yo" pero la calidad y contenido de las fiestas abrileñas será la misma gata pero revolcada (se revolcaba en arena azul y ahora lo hace en arena tricolor).
Y de ser cierto lo anterior pues no se puede esperar mucho de unas fiestas que se harán de manera improvisada y con los mismos errores, mañas y justificaciones de siempre.
Si con el anuncio de las candidatas del certamen las autoridades ya se curaron en salud mencionando que normalmente en este evento no hay ganancias económicas y por el contrario, hay que ponerle del bolsillo municipal.
Pero bueno, ahora verán los que por varios años se rasgaron las vestiduras y ahora les toca organizar, que no es lo mismo criticar, quejarse y acusar que tener que hacer las cosas ellos mismos.
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