Panorama de Arandas

Por Rubén Arias Barajas

Que no nos absorba tanto el mundial de fútbol

Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre. Es indudable que el principal atractivo en estos momentos, es sin lugar a dudas la realización en Sud Africa del Campeonato Mundial de Fut Bol y la suerte del equipo representativo de México, a quien le tocó el honor de inaugurar esta justa deportiva del máximo nivel.

En prensa escrita, en radio, en televisión, en revistas especializadas, no es otro el tema que se trata. Es un asunto mediático de profundo impacto en la sociedad mexicana y podríamos bien decir que es a nivel mundial casi la euforia que se presenta ante una justa deportiva de èsta envergadura. Eso nos demuestra que somos vìctimas del consumismo, pero en realidad amigo lector, le confesaré algo a título personal.

Me molesta sobremanera que sean otros los que dicten de qué se debe hablar en estos días, de qué manera tengo yo que festejar y tenerme atado inevitablemente, para donde volteo, a que el tema obligadamente sea el futbol. Y en realidad es un deporte que practiqué desde mi niñez.

Me gusta verlo y jugarlo, aunque mi condición fìsica no sea la adecuada en esta precisa etapa de mi vida, pero puedo decir con toda sinceridad que lo disfruto. Sin embargo, tambièn debo decir que me molesta que tal evento sea llevado a la mente del pueblo mexicano hasta el paroxismo. Me parece una gran ridiculez y totalmente fuera de lugar, que en una Iglesia de la ciudad de México, exista el niño milagroso al cual vistan con el uniforme de la selección nacional.

Es una falta de respeto, según mi punto de vista, porque no tiene absolutamente nada que ver la cuestión espiritual, religiosa, con lo estrictamente deportivo, aunque se vale pedir a Dios que nos proteja y dé suerte en la competencia mencionada, pero no se debe llegar a tales exageraciones que sólo demuestran nuestra ignorancia y el surrealismo de este nuestro amado país en el que muchas veces las cosas andan patas arriba y nosotros parece que no nos damos cuenta o que nos importan muy poco.

El propio Presidente de la Repùblica viajó hasta la sede del Campeonato, para estar presente en la inauguración del mismo y apoyar a la selección mexicana. Su presencia sin lugar a dudas fortalecerá y apoyará al team mexicano en su debut por aquellas tierras, y me parece muy bien que se haga eso, porque fomentar la cultura deportiva y otros valores, es de lo que habla el artìculo 3 de la Constitución Polìtica de los Estados Unidos.

Sin embargo, decir que es un viaje de trabajo, es una ofensa para la inteligencia de los Mexicanos, o debiera serlo, porque nadie (¿nadie?) se comerá el cuento de que va a tener reuniones de trabajo allá. Que su viaje tiene como propósito “fortalecer los lazos de amistad entre las dos naciones y promover los beneficios econòmicos que aportarìan las inversiones Sud Africanas en México”. ¿No le parece, amigo lector, familar esta frase que he entrecomillado?.

Creo que si, la hemos escuchado bastante en otras ocasiones, sólo que ahora yo pienso que no tiene nada de cierto. No había necesidad pues de simular un viaje de trabajo por parte del Presidente de la Repùblica. Bastaba con decir que iría a estar presente para apoyar a nuestra selección y no creo que hubiera habido alguna reclamaciòn por ello, creo, por el contrario, que muchos estaríamos de acuerdo. Sin embargo, a todo se le quiere sacar raja polìtica.

Ya salió el Secretario de Educación del Pais Alfonso Lujambio, frente a los medios de comunicación para decir que no hay problema con que se lleven unas teles a las aulas y que los estudiantes vean el juego de inauguración del mundial, mostrándose muy comprensivo ante el interés que innegablemente genera tal juego y que estoy seguro va a generar ausentismo en centros de trabajo y aulas, no lo dudo. Qué interesante que nuestra selección pueda ganar o pueda mostrar un nivel futbolístico bueno.

Que la crítica de los conocedores del balon pie hablen de las habilidades y virtudes de los mexicanos en otras latitudes. Que le vaya bien a nuestra selección, tiene sin duda un impacto emocional muy importante en el grueso de la población mexicana. Pero, y no me estoy curando en salud, si por algo no logra ganar, no es para desgarrarse las vestiduras. Me parece que a veces cometemos el error de darle dimensiones de tragedia a un partido de fut bol que pueda perder nuestra selección, por encima de graves y delicados problemas que de veras acontecen en nuestro Pais y que no atraen el interès necesario y legìtimo. Sin embargo, claro que no soy malinchista. Por supuesto que deseo que la Selección Nacional triunfe, juegue bien y convenza.

Que se hable bien de nuestro pais a nivel mundial por ser protagonista en la justa deportiva màs importante del planeta en èstos momentos. Pero si no lograra hacerlo, tampoco vayamos al muro de los lamentos y hagamos un drama por ello. El fut bol, como otros deportes, debe ser motivo, para los espectadores, de entretenimiento, no de sufrimiento. Y si acaso no logra nuestra selección nacional avanzar más allá del 5º partido, pues simple y sencillamente reconocer que nos sigue faltando el nivel necesario para vencer a otros paises que son superiores que nosotros en este renglón. No pasa nada. Es solo fut bol. La Patria no se apuesta, aún perdiendo la selección, quedará incólume. Divirtámosnos pues. Nos leeremos en la pròxima entrega.

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