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¡Poca madre!


¿Alguna vez le ha mentado la madre usted a una máquina? Yo sí. Nada se gana uno, como tampoco se gana uno nada mentándosela a otro ser humano, como no sea una madriza a veces, pero se hace uno la ilusión de que se la está mentando a alguien y además impunemente, sin el riesgo de que se ofenda la máquina y tenga que pagar uno las consecuencias.

Me refiero específicamente a cierto tipo de máquinas, con las que los seres humanos tenemos que tratar cada vez con mayor frecuencia, a las computadoras que están substituyendo a la gente en muchos trabajos: a las telefonistas, a los cajeros de los bancos, a quienes nos atendían y nos resolvían las dudas, vaya, hasta al gobierno.

En cualquier empresa que se siente grande aunque no lo sea, para que parezca importante ya no le contesta una persona a usted cuando les habla por teléfono, le contesta una máquina que a base de grabaciones le da a usted varias opciones para que resuelva su problema solo y no esté molestando.

Si se quiere usted quejar marque 1, si no se quiere quejar marque 2, si se quería quejar pero ya se arrepintió marque 3, si aún se quiere quejar pero no le contestan en el 1 marque 4, y si tampoco en el 4 le hacen caso marque 5, si lo ignoran en el 5 marque cero cero cero cero cero y así hasta que se le canse el dedo. Si ya se le cansó, vuelva al menú principal marcando 6, si se quiere usted quejar marque 1, si no se quiere quejar…

¡Malhaya la madre que los parió!, decide usted ir personalmente al banco y tras de esperar tres horas a que lo atienda un ejecutivo, cuando por fin le toca su turno le dice el joven de la corbata que su asunto, como se trata de una aclaración, sólo se atiende por teléfono llamando al 01 800 bla bla bla y más bla.

-Oiga pero ya hablé y me contesta una pinche máquina a la que no le puedo explicar mi problema...

-Ahí le dan opciones.

-¡No me diga! (hijo de su maldita madre, dan ganas de estrangularlo).

Bueno… ahí vamos otra vez a la casa o a la oficina para volverlo a intentar, porque por celular nos sale como lumbre, porque si entre las opciones nos sale una diciendo que si quiere uno atención personal espere y que un empleado nos atenderá (que es la que preferimos todos), éste se tarda una eternidad, aunque eso sí, de vez en cuando se oye una vocecita dulce de una damita, grabada también, diciendo que nuestra llamada es muy importante, que no cuelgue uno, que los ejecutivos están todos muy ocupados pero que en un momento (que pueden ser dos o tres horas) lo atenderán. Llega uno pues al teléfono de su casa u oficina y vuelta a empezar…

Los que más molestan a la gente con eso son los bancos, pero también otras empresas como las de telefonía y de televisión por cable nos hacen la vida cansada cuando tenemos algún problema con su servicio. No hay manera de hablar personalmente con alguien por teléfono, solamente con las máquinas que contestan con mensajes grabados, y cuando por fin contesta alguna persona, contesta también como máquina, repite las mismas estupideces una y otra vez, no escucha, sólo pregunta y se supone que anota, diez segundos después vuelve a preguntar lo mismo y vuelve a anotar, según, y vuelve a preguntar y dice que lo va a reportar…
Es un problema tratar con esas empresas y con la modernidad de sus máquinas. Si lo es acudiendo uno personalmente… si cometen un error no hay manera de hacerlos entrar en razón. Le acaba de pasar al 7 días, le cortaron el teléfono y el servicio de internet este jueves, que porque no había pagado… ¡Mienten!, sí se pagó y a tiempo, pero con cheque…

¿Y qué?, ¿no se puede pagar con cheque o qué? “Sí pero el cheque no tenía fondos”. ¡Ah cómo jijos de la… que no! y entonces ¿por qué no me lo han regresado? “Pues no sé pero no pasó…” Pues ahí vamos al banco a investigar: “No, aquí no ha sido presentado ese cheque a cobro, fondos sí tiene”. A ver… entonces en el otro banco con el que trabaja Telmex. “No, tampoco se ha recibido, no lo ha depositado Teléfonos de México…”

¡Ah que la…! y entonces ¿qué pasó? Pues pasó que al malnacido gobierno se le ocurrió que a partir del día primero de mayo ya no iban a servir los cheques que se estaban utilizando, que había que cambiarlos por otros; pasó que los tarados del banco no le avisaron a tiempo a su cliente; y pasó que el grandísimo pendejo cajero de Telmex recibió el cheque, lo aceptó como bueno y dio por hecho el pago, entregó el recibo de que estaba pagado, y después no pasó dicho documento, pero no por falta de fondos, sino por esa disposición idiota del gobierno de que esos cheques ya no servirían.

Y por la serie de animaladas, una tras de otra, de los empleados (ejecutivos jajaja) de las grandes empresas, nos quedamos sin servicio de teléfono y de internet (y usted sabe o se imagina lo que representan el teléfono y el internet para un medio de comunicación), y además le van a cobrar al 7 días una comisión o multa o como se llame, de alrededor de 600 pesos por ese cheque que no pasó. Sin deberla ni temerla, qué poca su madre…

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