Siete Días: Sigilosos

Explicaba el jefe de la policía Víctor Muro la manera como se había dado el lamentable asesinato de una joven en días pasados, cuyo cuerpo fue encontrado después en un tambo.

Al final Muro hizo énfasis en que este caso se trataba de un hecho aislado y para nada tenía que ver con las ejecuciones del crimen organizado que se dan en otras partes y que se llevan a cabo de un modo parecido al de la mujer asesinada al parecer por un pretendiente no correspondido.

De más estuvo la aclaración de Muro, por lo menos para un servidor que nunca pensó que se tratara algo relacionado con el narco. Los cuerpos, partes humanas, mensajes y demás elementos que dejan los narcos en la vía pública con la intención de que todo mundo se entere después del hallazgo y se haga un escándalo, son acciones llevadas a cabo con mucha precisión, a diferencia del tambo de Tepatitlán.

"Curiosamente" nunca nadie ve no oye ni siente cuándo un cuerpo es dejado en tal lugar; nadie se da cuenta cuándo alguien subió a algún puente para amarrar y colgar una narcomanta; nadie escucha cuándo en tal brecha mataron a balazos a una persona y la dejaron ahí, todo mundo se da cuenta cuando ya está el mensaje dejado.

Pero volviendo al crimen ocurrido en este municipio, en el que Muro asegura que fue un hecho aislado -y le creemos-, quedaron más dudas que aciertos. El comandante se auto censuró varias veces, seguramente por la presencia de los familiares de la difunta que se encontraban en ese momento escuchando lo que el jefe de la policía anunciaba a los medios.

Que cuál fue el verdadero motivo del crimen, que cómo se dio la muerte, que quiénes eran los sujetos que tiraron el tambo y que al final resultaron inocentes o quien los señaló se equivocó.

Pero bueno, aunque no se dé a conocer todos los detalles y motivos (para la frustración de los morbosos), lo importante es que los encargados de impartir justicia, el Ministerio Público y el juez, sí tengan todos los elementos a su alcance y hagan justicia respecto a esta muerte.

Hay muchas cosas ocultas aparte de las que se mencionan aquí, lo que los fiscales y policías investigadores llaman el sigilo de la investigación. Conocer todos esos pormenores sería más morbo que otra cosa y poco respeto por el dolor de los familiares. Lo que sí es importante es que lo que no se da a conocer no sea motivo para cerrar el caso con un culpable ya encarcelado.

Tendremos que confiar en que se hace justicia total en éste y en cada uno de los casos aunque no salga todo a la luz, aunque los periódicos sólo traten el tema una vez y ya no le den seguimiento.