Lupe Gómez
Murió, esa es la neta
al filo de medio día
andando de cacería
por un tiro de escopeta.
Mala suerte y mal hado,
hágame usted el favor,
¿Cómo es que un cazador
resulta ser el cazado?
Apúntele y tome nota
no sea que después arguya,
fue a cazar una güilota
y zaz que perdió la suya.
¿Qué pasó?, pues casi nada,
que el tiro que se le fue
fue a parar no sé por qué
a la purita nidada.
Lupe me dijo un secreto
y compartirlo yo quiero:
Le disgustaba ser prieto,
era su ilusión ser güero.
¿Qué logró, pues nada de eso,
pero algo se consiguió,
su señora lo entalcó
de las patas al pescuezo.
Su esposa con alma rota
le acomodó en su cajón
diez tiros, una güilota
una sandía y un melón.
Dos botellas de Herradura
pues sabrán que Guadalupe
para su gran desventura
le tupía muy duro al chupe.
por panzón, yo no lo dudo,
doy por cierto y juraría
los gusanos en jauría
se hartarán con su menudo.
Lorenzo Martín
Por tristeza fue su fin
y eso sí que es algo nuevo
pues le bajaron el huevo
al buen Lorenzo Martín.
no entendí pues soy muy lerdo
y a Irineo le pregunté,
por favor dime cuál fue
el derecho o el izquierdo.
y ni siquiera por viejo
Irineo me respetó
y sólo me contestó
¡Ah cómo eres pendejo!
Descansa ya en el panteón
y son ya, restos mortales
dice que de extraños males
el acta de defunción.
¿Extraña la depresión?
¡Eso es muy común y corriente
que sufre toda la gente
y que afecta al corazón.
Su salud se puso crítica
según decir de la gente,
casi casi al día siguiente
de que le entró a la política.
Alfonso empezó a llorar
y entre el llanto balbuceó
¡Bendito Dios que alcanzó
lo que no pude alcanzar!.
Irineo Gutiérrez
¡Ay qué accidente tan feo
según el común decir
de cómo vino a morir
el buen amigo Irineo.
Esto fue una comida
de pollo, chivo y de chancho
que hicieran allá en el rancho
en donde perdió la vida.
Pues murió y esto no es rollo
y una muerte así espanta
por un huesito de pollo
que se atoró en su garganta.
No pudo ni respirar,
se veía desesperado,
luego empezó a patalear
cual pollo descabezado
en tanto que pataleaba
poco antes de morir
dicen que pudo decir
¡Ya me cargó la chingada!
Con esta frase ¡qué horror!
Dios lo haya perdonado
por hocicón mal hablado
Entregó su alma al creador.
José Jiménez
Yo no sé a qué te atienes
¿Por qué abusas de tu suerte?
Así le dijo la muerte
ayer a José Jiménez.
¿José Jiménez? ¿mas cual?
porque Jiménez hay dos,
¿a quien le dieron su arroz?
Al que vive en un jacal
o aquel que tiene prevendas
y lana para aventar
con dos taxis y tres tiendas
cuyas siglas son “JIMAR”,
yo creo que no has entendido
y de estulticia haces gala
tiene un huarache en Mezcala,
ése es José el jodido.
Ese fue el que murió
a mitad de la semana,
y que a Lupe bautizó
“Camote de valeriana”
moriste ¡Qué desgarriate!
Si ya estás difunto y muerto
¿Quién podará mi zacate?
Paco Gallegos
Ahora el panteón habita
el de pluma envenenada
el de la torva mirada
y ojos de trucha frita.
Y para que no se agüite
y no se enrede la pita
le hicieron una mezquita
en el rancho del Mezquite.
Llorarlo yo ¿No me va!
Su pluma trajo consigo
ser mi acérrimo enemigo,
¡Está mejor donde está!.
De esos polvos lodos
puedo decir sin desdoro
no fue monedita de oro
pa’ caerle bien a todos.
Se fue pues al más allá
y lloran su ausencia en vano
la sua moglie, Cayetano
y también Quico Alcalá.
Jesús “Chuy Bigotes”
Ya descansa en el panteón
pues quedó hecho papilla
cuando iba a Piedra Amarilla
o en inglis Yelow Ston.
Ha muerto el poliglotón
que viajó con Tere a Europa
y se aventó viento en popa
con una gran presunción,
iba una linda mujer
como una joya en su estuche,
buena zaga, mejor buche
¡Un manjar para comer!
Preguntó sin pestañear:
“Fraulin espragen de dosch
Wat taim ísit que mi horlosh
se me acaba de parar.
Ella contestó Me oui
mexicano narizone
chingüengüencha mazcarzone
J’ ai ne vouz avec comprí
El nada entendió de fijo
y en tanto que caminaba
el mismo se preguntaba:
¿Qué me dijo? ¿Qué me dijo?
Pues sabed que petardeó
nada más por esta vez
el amo del ajedrez
y el césar del dominó.
Obrador
Morirás por hablador
hocicón y majadero
por fachoso y arguendero
dijo la muerte a Obrador.
Debes cambiar de opinión
contestó el “Peje” muy quedo
soy el único que puedo
salvar a esta nación.
Salvarla tú ¡me das asco!
porque tú eres Obrador,
más que malo eres lo peor
que ha conocido Tabasco.
Diré para tu regalo,
tu jijo de tal por cual
de que tú has sido más malo
que Garrido Canabal
Aquí no vale ni un fuero
como pretende Godoy
te voy a curtir el cuero
¡Agárrate que “ai” te voy.
Y murió, ¡oh bendición!
y murió también con él
pergeñado en un papel
su proyecto de nación.
Marcelo Ebrad
Ha quedado en la orfandad
el Distrito Federal
pues murió de extraño mal
quien fuera Marcelo Ebrad.
En el infierno hay camorras,
los “joices” cuando lo vieron
con gusto lo recibieron
entre vítores y porras.
El diablo se puso muino
muy bien lo comprendereis
pues cientos matrimonios “gays”
lo invitaron de padrino.
Le gritaron más de un “Ole”
Ebrad con gran alegría
con tan buena pañía
estaba en su mero mole.
Emilio González Márquez
Hágame usted el favor
la muerte no tuvo “asquito”
y se aventó un ratito
al que fue gobernador.
Te llevo aunque no te cuadre
pues matarte es mi deber
y Emilio quisiera ver
si a mí me mientas la madre.
Sus restos descansarán
si es que pueden descansar
después de tanto penar
en el panteón de Mezquitán.
Felipe Calderón
Ya descansa en el panteón
más con pena que con gloria
como pasará a la historia
Hinojosa Calderón.
Murió sí muy agüitado
tras de mucho batallar
porque no pudo acabar
al crimen organizado.
Está la cosa muy fea,
dijo él, me desespero,
así es que mejor me muero
y otro haga la tarea.
Beatriz Paredes
Escúcheme sus mercedes
no es noticia, es notición
ha muerto Beatriz Paredes
de un infarto al corazón.
Sobresalió entre diez mil
por su clásico peinado
de estropajo alborotado
y su florido huipil.
Se hace constar aquí
queda con su triste muerte
abandonado a su suerte
y descabezado el PRI.
Flavia Bustamante
Por Hugo Valenzuela
Luciendo feroz talante
y con mirada artera,
viene Flavia Bustamante,
muy famosa reportera.
Nacida en región pampeana,
allá en lejanos lares;
de Argentina se ufana,
de sus ríos, de sus mares.
Habitando alteñas tierras
lleva ya algunos años,
aunque con ansia se aferra
a los recuerdos de antaño.
Hundida en melancolía
rememora el Malambo,
y añora aquellos días
de Bailecitos y Tangos.
¡¡Ah, por Evita Perón
y por su esposo Domingo,
triste es mi situación:
Me voy de Tepa o me chingo!!
Tengo que andar otras vías,
no importa cual sea mi suerte:
¡¡Harta estoy del “7 días”
y sus groserías tan fuertes!!
Ah, qué boluda he sido…
venir acá a probar suerte;
si yo lo hubiera sabido…
¡¡mejor prefiero la muerte!!
Vistiendo a la usanza gaucha,
montando negro corcel,
como feroz avalancha
llega la muerte en tropel.
Hecha una furia, la muerte,
ruge, cual mortal chubasco:
¡Flavia, te toca la suerte
de convertirte en churrasco!
¡¡A llevarte lejos vengo,
a un celestial vergel
donde bailan la Milonga
el Piazzola y el Gardel!!
Llena de mortal terror
Flavia teme su destino,
y canta en sordo rumor
diciendo: ¡Adiós, Nonino!
Tocando va el bandoneón
la muerte, flaca y cansina;
y Flavia se despide al son
de: “No llores por mí, Argentina”
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