¿Nos alegramos o damos el pésame?

Por Fabiola González Ontiveros

Mientras hacemos en la escuela tareas algo complicadas, uno de mis compañeros a veces dice: “mira, parece que no porque la llevamos muy tranquila, pero ya sabemos muchas cosas como para medio vivir de esto”. Y bueno, esa es la idea, pero uno como estudiante se siente raro, porque al menos de niña no sabía a ciencia cierta si iba a lograr saber todo lo que estoy aprendiendo, pero creo que aún nos falta mucho por prepararnos.

Hay otras personas que dicen que no se necesita la escuela mientras se practique, porque es la mejor manera de aprender, que tiene un poco de razón porque a veces la teoría nomás no la podemos hacer funcionar.

Les comentaba yo esto que dice mi compañero porque vi en las noticias que en Praxedis Guadalupe Guerrero, un municipio fronterizo de Chihuahua en el que nomás la semana pasada, asesinaron a 8 personas, la nueva jefa de policial se llama Marisol Valles y es nada más y nada menos que una estudiante de criminología aún, además de que sólo tiene 20 años.

Claro, yo no estudio criminología, yo no sé qué tan preparada pueda estar, pero parece que mucha gente tiene problemas con su edad, creen al igual que yo, que por más cosas que le hayan enseñado en la escuela no tiene todavía experiencia como para echarse encima la carga de 8 asesinatos a la semana.

Pero el núcleo de todo esto no es su edad, ni que esté estudiando, ni el hecho de que está casada y tenga un hijo como se han empeñado en repetir como para convencer a la gente de que al tener una familia se convierte en una persona mucho más capaz.

No, la cosa es que nadie quiso el puesto, ¡todos le sacaron! Así que por supuesto ella se sintió muy brava y se echó el paquete.

De esta manera ahora algunos la nombran como “La mujer más valiente de México”, aunque en sus entrevistas ha dicho que tiene miedo, y que aceptó el proyecto “porque le gustó, porque quiere cooperar con él y para convivir con su gente”. Pues yo creo que los narcos seguro se murieron de la risa cuando se enteraron, pan comido, seguro. No es por echarle la sal ni nada pero hay que recordar que al alcalde de ese municipio lo mataron en junio, así que si se pone rejega con la mano en la cintura le ponen un estate quieto.

Claro que ella ya tiene las cosas bien planeadas y su estrategia será hacerse a un lado, se va a hacer cargo de un grupito de 19 policías en los que 9 son mujeres, y en total sólo 4 policías van a manejar armas. O sea que ni se va a molestar en pelear la situación, ha de pensar que no le toca, que su trabajo es cuidar a las familias del pueblo, que de cierta manera lo va a hacer pues al dejarles el camino libre a los narcos, me imagino que piensa que con que la droga llegue a su destino ahí muere, pero el problema es que esa gente va envolviendo cada vez a más gente y al final ya todos están metidos en eso.

Justifica su terror diciendo que todos tienen miedo, pero se le olvida que no todos son jefes policiales. Si nadie se puede hacer cargo de su propia seguridad, se va a andar haciendo cargo una sola persona de 10 000 habitantes…

A lo mejor ya se cansaron de que le eche tierra al país, pero la situación de verdad que es una porquería, que nadie se eche el tirito porque reconocen que de plano el problema es crítico, y peor aún, al no atreverse nadie se da por sentado que de plano ya no se puede hacer nada por ese municipio, ya ni digamos de México, en el que los delincuentes se reproducen como cucarachas.

Entonces ¿cómo? La mandamos felicitar o le vamos dando el pésame a su familia, usted opine, pero lo que sí es que es una pena predecir que algo tan terrible sucedería… pero es esta tierra en la que nos tocó vivir.

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